Son proyecciones que realizó el analista Néstor Roulet a partir de la menor producción y rendimientos que se registrará en la próxima cosecha de soja, trigo y maíz
El consultor Néstor Roulet elaboró un informe por el cual determinó que el 2023 se presentará complicado para el ingreso de divisas por las exportaciones del agro, como consecuencia de la sequía que por tercer año consecutivo impactará en la próxima cosecha de los principales cultivos y a lo que suma la incertidumbre frente a las versiones de cambios en la actual política agropecuaria.
“La incertidumbre planteada a partir de las versiones de cambio en la política agropecuaria por parte del Gobierno Nacional, sumada al evento climático de la Niña, tendrán un efecto negativo para el ingreso de dólares en el país en el año 2023″, dijo Roulet. Según el relevamiento que realizó sobre la campaña de trigo, soja y maíz 2022/2023, por una caída en la producción de los cultivos mencionados ante merma en los rendimientos, y con menores precios en los precios futuros de los granos para el año próximo, el país tendrá una merma de ingreso en dólares, al ser la pérdida todo saldo exportable, de USD 3.331 millones.
Hay que recordar que la Argentina atraviesa el tercer año consecutivo bajo el fenómeno climático de La Niña. No es poca cosa. Quiere decir que desde hace tres campañas agrícolas su territorio está siendo afectado por lluvias menores al promedio histórico, con los efectos negativos que conlleva en cualquier actividad agropecuaria. La escasez de precipitaciones promete seguir en los próximos meses y a corto plazo no se avizora una normalización de los volúmenes de lluvia. Según un informe del Instituto del Clima y Agua del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), hay entre 70% y 80% de posibilidades de que la sequía se extienda durante los meses de la primavera e incluso hasta inicios del verano.
Para el trigo, la pérdida de divisas que proyecta Néstor Roulet es cercana a los USD 1.500 millones. ( REUTERS/Enrique Marcarian)Frente a este panorama, Roulet mencionó los datos del último informe de intención de siembra de la Bolsa de Comercio de Rosario que reflejó que en trigo hay una merma de 1.000.000 de hectáreas, unas 400.000 hectáreas menos en maíz y 700.000 hectáreas de crecimiento en la próxima siembra de soja. Además, ante los pronósticos que el evento climático “La Niña” se extenderá por los menos hasta fin de año, el consultor calculó una merma de rendimientos en soja y maíz del 10% en comparación con la campaña anterior, y de un 15% en trigo.
Pérdidas
En este contexto, Roulet sostuvo que la siembra de trigo se ubicó en torno a los 5,9 millones de hectáreas, y proyecta una cosecha total de 17,7 millones de toneladas, son 5,3 millones de toneladas menos en relación a la campaña anterior y rendimientos de 30 quintales por hectárea. En el caso del maíz, se estima una siembra de 8 millones de hectáreas, cosecha en 44 millones de toneladas, con una pérdida interanual de 7 millones de toneladas y rendimientos de 62 quintales por hectárea. Por último, para la soja se proyecta una siembra de 16,8 millones de hectáreas, rendimientos de cosecha en 35 quintales por hectárea y una producción total de 42 millones de toneladas, apenas 200 mil toneladas por debajo en relación al ciclo 2021/2022.
A partir de las proyecciones que realizó el consultor para la futura cosecha de los principales cultivos, también calculó la perdida de divisas que tendrá el país en un contexto de menor producción y también de rendimientos. En ese sentido, planteó que en trigo con un precio para el mes de enero de 2023 de USD 275 la tonelada, la pérdida llegaría a los USD 1.457,5 millones de dólares. En maíz, con un precio para el mes de marzo de 2023 de USD 250 la tonelada, se registraría una merma de USD 1.750 millones. Y en el caso de la soja, con un valor de USD 530 dólares la tonelada para el contrato con vencimiento en mayo del año próximo, la pérdida de divisas sería de USD 106 millones. Si se suma la pérdida de los tres cultivos, la cifra es de USD 3.331, 5 millones.