Euge Quevedo hizo una pausa en su agenda artística para regresar a un lugar muy significativo en su vida: La Toma, en la provincia de San Luis.
La cantante vivió allí durante varios años, y este viaje tuvo un profundo sentido personal. Volvió al pueblo para cumplir una promesa: llevar las cenizas de su mamá a su querida nona Porota. Un gesto íntimo y cargado de amor, que Euge eligió compartir con sus seguidores a través de sus redes sociales.
Días antes, La Muela —como la conocen cariñosamente— visitó el cementerio San Vicente, donde descansaban los restos de su madre, para luego emprender el camino hacia San Luis y cerrar ese ciclo tan especial.