El juez Ariel Parrillis dictó una condena de dos años y tres meses de prisión efectiva para Diego Alejandro Oliveri por su responsabilidad en una serie de delitos cometidos contra su expareja, Gabriela Fernández Aberastain. Entre los cargos se encuentran amenazas, distribución indebida de correspondencia y lesiones leves calificadas por el vínculo y por mediar violencia de género, todos en concurso real.
La resolución también alcanzó a Tatiana Yacarini, otra expareja de Oliveri, aunque en su caso la causa concluyó mediante un acuerdo conciliatorio que evitó la imposición de una pena. La mujer fue sobreseída luego de que la víctima, la querella y la Fiscalía aceptaran su propuesta de reparación.
🗣️ “Es una causa que parecía simple pero se convirtió en una causa compleja, donde hubo tres partes”, expresó el abogado Marcos Juárez, defensor de Yacarini, en diálogo con Radio La Red San Luis. Destacó también que la resolución fue posible gracias al compromiso de su clienta y la voluntad de llegar a una salida restaurativa.
Detalles de la condena
El juez valoró como atenuante la falta de antecedentes penales de Oliveri, pero señaló como agravantes la forma y el contexto en que se dieron los hechos, así como la gravedad del daño ocasionado a la víctima y su entorno familiar.
Durante sus últimas palabras ante el tribunal, Oliveri intentó justificar su accionar apelando a su estado de salud:
“En 2019 sufrí un ACV que dejó secuelas (…) Le pido al juez que me mire como un ser humano, no soy peligroso para nadie y lo que más quiero es estar lejos de los conflictos”.
No obstante, el fiscal Fernando Rodríguez fue contundente al describir el nivel de hostigamiento y violencia ejercido: desde la viralización no consentida de un video íntimo hasta amenazas explícitas que afectaron no solo a Fernández Aberastain sino también a sus hijos.
El acuerdo de Yacarini
Tatiana Yacarini, representada por los abogados Marcos Juárez y Ramiro Rubio, logró cerrar su parte del proceso mediante un acuerdo conciliatorio con la víctima. “Te pido públicamente disculpas Gabriela, estoy totalmente arrepentida”, manifestó ante el tribunal.
Aseguró que no quiso hacer daño y reveló que durante cinco años guardó silencio por consejo de su anterior defensor, que nunca le permitió declarar. También denunció haber sido víctima de violencia por parte de Oliveri.
Con la aceptación de las partes, el juez dictó su sobreseimiento y extinguió la acción penal en su contra.