Se trata de la colocación de un dispositivo denominado Balón ingerible Elipse, que ayuda a bajar de peso.
La lucha contra el sobrepeso marcó un nuevo hito en la provincia. El médico Alberto Sirabo (padre), especialista en cirugía bariátrica, cirugía de tórax y cirugía general, colocó un nuevo dispositivo denominado Balón ingerible Elipse, que está orientado para el tratamiento de pacientes con problemas de obesidad. Afirman que es la primera vez que se desarrolla el procedimiento en Cuyo. La intervención se ejecutó de forma ambulatoria en el servicio de Radiología del Sanatorio Rivadavia; el seguimiento se hace con un equipo multidisciplinario.
“Gracias a mi hijo, Alberto Sirabo, hemos sumado esta tecnología tan moderna. Estamos muy contentos de haber conseguido esta novedosa herramienta y posicionarnos entre los primeros equipos bariátricos de Argentina. El logro se debe en gran medida a mi hijo, que se encuentra actualmente en Santiago de Chile, en una de las clínicas más prestigiosas de Latinoamérica, la Clínica Las Condes. Allí incorpora nuevas técnicas y procedimientos para el tratamiento de la obesidad, que potenciarán la medicina y la salud de nuestro querido San Luis”, sostuvo el profesional que ejecutó el procedimiento.
El proceso se desarrolla sin anestesia, sin endoscopía y es completamente ambulatorio. Se concreta en veinte minutos. Afirmó que siempre tiene que ser realizado por un cirujano especialista en obesidad, que esté correctamente entrenado y acreditado para su instalación. El balón produce que el paciente sienta saciedad al ingerir menos cantidad de alimentos, es decir, ayuda a perder peso y mejora la calidad de vida.
“El paciente ingiere, con un vaso de agua, una cápsula. Cuando esta llega al estómago, se llena con 550 centímetros cúbicos de líquido. Comprobamos que el balón se encuentre correctamente posicionado y damos por finalizado el procedimiento”, sintetizó.
Orgullo. Padre e hijo avanzan en técnicas para tratar diversas afecciones.
Una vez que la persona ingiere el balón, la cápsula permanece en el estómago por cuatro meses, sin necesidad de ser retirada. Tras ese lapso, se desinfla y se elimina por vía natural, en el baño. Hasta ahora, son escasas las publicaciones sobre balones utilizados por segunda vez, pero estiman que podría volver a aplicarse en pacientes que obtuvieron buenos resultados en el descenso de peso y que aún poseen algunos kilos para perder.
Durante los cuatro meses, la persona tiene que ser acompañada por un equipo multidisciplinario, integrado por profesionales del área de la Nutrición, la Kinesiología, la Educación Física, la Psicología, etcétera, quienes optimizan los resultados del descenso de peso y los cambios de hábitos alimenticios.
Sirabo destacó que, de acuerdo al Ministerio de Salud de la Nación, 6 de cada 10 adultos presentan exceso de peso u obesidad, enfermedad que afecta también al 36% de los niños en edad escolar. Aseguró que estos números coinciden con las últimas estadísticas de San Luis y remarcó que la obesidad está habitualmente asociada a otras afecciones como la hipertensión arterial, la diabetes, la dislipemia, los eventos cardíacos, los trastornos del sueño, los problemas articulares y el aumento en la incidencia del cáncer, entre otras. Además, con la pandemia, los pacientes obesos son más propensos al mal pronóstico si contraen COVID-19.
“Es un placer que mi hijo haya elegido la misma profesión y es un orgullo muy grande ver que hoy es un cirujano excelentemente formado”, concluyó.