En un documento precisaron que el sector de Agricultura, Ganadería y Bosques y sus cadenas de valor, “son parte de la solución para la mitigación y adaptación al cambio climático”
Tras la última cumbre mundial de Cambio Climática y frente a los compromisos asumidos por la Argentina en la misma, realizada días atrás en Escocia, los integrantes del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), espacio conformado por 64 entidades vinculadas a las cadenas productivas del país, propusieron alcanzar una “estrategia nacional coherente y efectiva”, para de esa manera llegar a los objetivos de reducir el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y lograr la carbono neutralidad para 2050.
Además, desde el CAA se asumió la responsabilidad para que a través del sistema agro-bio-industrial se transforme en parte de las soluciones integrales de triple impacto, para que la estrategia de largo plazo de cambio climático asegure la seguridad alimentaria y la sostenibilidad social, ambiental y económica en Argentina. Por otro lado, la entidad se comprometió a “colaborar con el diseño de la estrategia a nivel nacional y de políticas, acciones e intervenciones basadas en la ciencia y en métodos de medición válidos que deben ser parte de la estrategia de largo plazo de Carbono Neutro”.
“Existen muchas experiencias en relevamiento de emisiones, en prácticas y procesos, así como programas en ejecución de sectores productivos que deben ser parte de la Estrategia de Largo Plazo. No creemos conveniente que el Gobierno lance iniciativas que no tengan respaldo desde lo productivo, ambiental y técnico”, afirmaron los integrantes del Consejo en un comunicado.
Y agregaron: “El sector de Agricultura, Ganadería y Bosques y sus cadenas de valor en Argentina son parte de la solución para la mitigación y adaptación al cambio climático y pueden impulsar la creación de miles de puestos de trabajos en la transformación que requieren los sistemas productivos y cadenas de valor, para reducir la huella de carbono en la transición hacia el logro de la carbono-neutralidad. Este camino está lleno de desafíos y requiere transitar en forma conjunta entre el sector público y privado, en diálogo permanente”.
También precisaron que hay en el ámbito del CAA “conocimiento científico y la información que nos permitirá avanzar de manera sostenida, siendo necesarios acordar los objetivos del país en el futuro cercano. A todo esto, recordaron que el pasado 29 de octubre, de cara a la cumbre de Escocia, expresaron la preocupación “por las carencias con las que nuestro país llegaba a la COP 26, evidenciadas en una falta de articulación entre las agendas legislativas y ejecutivas y las posiciones de los mismos Ministerios. El Gabinete de Cambio Climático no cumplió los objetivos de su creación”.
En ese sentido, expresaron los integrantes del Consejo Agroindustrial que el primer paso para avanzar en la estrategia nacional, sería el fortalecimiento de los espacios institucionales de diálogo público-privado, además de la necesaria articulación de políticas entre el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo, y entre los Ministerios del Poder Ejecutivo.
Temas prioritarios
El documento que publicó el Consejo Agroindustrial también resaltó aquellos temas de agenda que requieren de una mayor atención y articulación, y que además son definidos como prioritarios al momento de diseñar políticas para combatir el cambio climático. Ellos son:
– Medición, métricas y cálculos: revisar los sistemas de medición del balance de carbono en los Inventarios Nacionales e impulsar la medición real de los diferentes sistemas productivos, en particular, la ganadería y bosques.
– Transición energética: elaboración de un documento de política pública que incluya los aportes de las bioenergías en la transición energética y una evaluación integral de la misma al 2030 y al 2050 para su posterior implementación en la matriz energética nacional.
– Mitigación: considerando que es imposible lograr la carbono-neutralidad sin mitigación, se requiere elaborar la estrategia de captación de CO2 basada en la naturaleza, tal como la expansión de la forestación, su medición adecuada y financiamiento.
– Financiamiento: evaluar las opciones y oportunidades que puede nuestro país y el sistema productivo para obtener financiamiento externo tanto para mitigación como para adaptación. Trabajar en la búsqueda del financiamiento para avanzar en los procesos de adecuación que permitan la adaptación haciendo menos vulnerables a los sistemas productivos, financiamiento para el desarrollo de tecnologías y procesos para la mitigación y el monitoreo en tiempo real de las actividades.
– Adaptación: evaluación de los escenarios de impacto por región, cadena productiva y priorización de acciones para la adaptación.
– Comercio internacional: establecer un equipo de seguimiento de los requisitos que se impulsan por países, cadenas de suministro y sistema financiero que pueden afectar al país y generar una estrategia nacional y regional de negociación consensuada para actuar en los foros internacionales.
– Innovación y transferencia: alinear las políticas de investigación, innovación y transferencia de tecnología de INTA; INTI; CONICET; etc. y su financiamiento para priorizar las estratégicas relativas a medición, monitoreo y reducción de la huella de carbono, captura de carbono y lograr sistemas productivos más sostenibles certificados.
– Legislación: impulsar que el Gabinete deba emitir opinión sobre los proyectos de Ley que afecten el balance de carbono y reporten sobre su coherencia con la Estrategia Nacional de Cambio Climático. Se debería revisar también la legislación contraria a dichos objetivos, tal como la Ley de Biocombustibles y la modificación de la Ley de Manejo del Fuego.