La mujer decía tener un cáncer terminal. Junto a su pareja fue detenida en Cochabamba: sobrevivían limpiando vidrios de autos en los semáforos.
La pareja que hace poco más de dos meses estafó a los misioneros con una campaña solidaria para tratar un cáncer terminal de la mujer, fue detenida en la ciudad boliviana de Cochabamba, donde sobrevivían limpiando vidrios de automóviles en los semáforos.
Los estafadores habían salido del país por un paso clandestino y así evitaron que saltara el pedido de captura internacional que libró un juez de Misiones.
Una pizca de desconfianza puso fin a la fuga de los estafadores. Un empresario que les había dado alojamiento les pidió los pasaportes y decidió buscar información sobre ellos en Google. Así constató que eran buscados por la Justicia de Argentina.
Quizás los 2.200 kilómetros que separan a Posadas de Cochabamba hizo que María Leticia Zapata (30) y Matías Leonel Poberezny (29) bajaran la guardia. Quizás porque buscaban ganarse la confianza del empresario para cometer una nueva estafa.
En junio pasado la pareja llegó a Posadas. Unas semanas después, Zapata usó sus redes sociales para iniciar una campaña solidaria que buscaba recaudar 350.000 pesos para costear un tratamiento oncológico alternativo en Buenos Aires. “Hoy dolorosamente tengo que pedir de una pequeña colaboración, por más mínima que sea para poder lograr el objetivo de juntar los $ 350.000 para poder continuar mí tratamiento oncológico en el Hospital Alemán de la Ciudad de Buenos Aires”.
Junto a pedido, exhibió un certificado firmado por una médica del Instituto Misionero del Cáncer.
María Leticia Zapata fue denunciada por realizar una estafa en Misiones.
En una entrevista radial, Zapata había dicho que a mediados del año pasado le habían diagnosticado cáncer uterino después de someterse a estudios ginecológicos de rutina en Posadas. “Fue lo peor que pude haber escuchado en mi vida”, aseguró, conmovida.
Y aportó detalles que hicieron creíble la historia. Sostuvo que el cáncer hizo metástasis y debió pasar por rayos y quimioterapia, sin éxito. Y que su esperanza estaba puesta en en un tratamiento experimental de inmunoterapia en el Hospital Alemán.
La solidaridad no se hizo esperar. La mujer aseguró también que era madre de un chico de sólo tres años. Y que todas las terapias convencionales a la que habían recurrido los médicos para el tratamiento de su cáncer habían fracasado.
Toda la historia era falsa y salió a la luz porque la médica oncóloga realizó una denuncia en la que aseguró que Zapata no era su paciente y que al certificado que llevaba su firma y sello le habían insertado el nombre y DNI de la estafadora.
Cuando la Policía los fue a buscar ya habían abandonado el departamento y vaciado las cuentas donde se había depositado el dinero para el tratamiento.
El juez de Instrucción Miguel Mattos pidió la captura nacional e internacional de los estafadores. Los investigadores establecieron que después de abandonar Posadas se dirigieron hacia Entre Ríos y luego hacia el Noroeste del país, donde se perdieron sus rastros.
María Leticia Zapata fue denunciada por realizar una estafa en Misiones.
La pareja llegó a Cochabamba hace aproximadamente un mes. Se sospecha que salieron por un paso clandestino porque no existen registros en Migraciones. En esa ciudad boliviana vivían en la calle y a un empresario les llamó la atención lo cortés y educados que eran con los automovilistas a los que ofrecían limpiar los vidrios.
El hombre entabló una charla con Matías y Leticia. La pareja le dijo que habían llegado en busca de un futuro porque en Argentina la situación económica estaba complicada. Adujeron haber sufrido un robo en la frontera y que buscaban recaudar 200 dólares para tramitar la visa laboral, ya que Zapata era instrumentadora quirúrgica y quería buscar trabajo.
El empresario se mostró solidario. Les compartió su almuerzo y les dio un lugar donde dormir. Incluso se ofreció a prestarles el dinero necesario para los trámites. El hombre dijo que fue su padre quien le recomendó que googleara los nombres para saber algo más sobre los argentinos.
Así descubrió que eran dos peligrosos estafadores con cuentas pendientes en la Argentina, y dio aviso a la Policía.