“Asisten, actualmente, cinco personas con diversas discapacidades desde los 38 hasta los 50 años. Nuestra principal función es la alfabetización, sin embargo, también se dictan talleres de manualidades, carpintería, música y actividad física, aunque sabemos que lo principal que de aquí se imparte es la contención”, explicó la responsable y alma de esta institución, Graciela Gil, quien está al frente de la escuela desde hace 15 años.
Acompañan todas las actividades un equipo de 8 beneficiarias del Plan de Inclusión que realizan su práctica laboral dictando estos talleres ya que se han capacitado para tal fin.
La despedida del año arrancó con una puesta en escena de la obra de teatro “Anastasia”, que contaba las aventuras de una adivina. Continuó con folclore y en ese cuadro se sumaron bailarines, parte del equipo, que, con su lenguaje de pañuelos, comunicaron su emoción.
También hubo canto y un baile que unió a talleristas e invitados. Las lágrimas y la entrega de premios cerraron la mañana.
Participaron activamente del acto cantando y bailando la ministra de Desarrollo Humano, Mónica Becerra y el secretario de Personas con Discapacidad, Luis Giraudo, quienes además recibieron un presente de parte de los asistentes a los talleres.
“Es muy grato ver cómo ustedes se han convertido en instrumento para que nuestra sociedad esté mejor, cómo han sabido mirar al otro, hacer un esfuerzo por quienes tenemos delante. Me siento honrada de haber compartido esta mañana con ustedes y los felicito. Vamos a intensificar este tipo de acciones en el futuro”, puntualizó la Ministro ayer al dirigirse a los presentes