Las familias beneficiadas vivieron momentos de alegría y emoción al recibir los contratos de adjudicación de sus nuevos hogares. Más allá de las estructuras físicas, estas viviendas representan un cambio significativo en la vida de más de 340 familias puntanas, marcando un hito en la mejora de su calidad de vida.
“Es el sueño que uno siempre quiere, el de la casa propia. Más que nada por los chicos porque eso de andar alquilando de acá para allá se terminó, ahora sabemos que nos quedamos acá”, dijo con orgullo Sebastián Alejandro Rivero quien besaba a su hija al recibir la llave de su casa. “Uno ya se queda tranquilo sabiendo que ellos ya tienen su propio techo. Porque por ahí uno nunca sabe, puede pasar algo y ellos quedan a la deriva sin un techo. Ahora uno ya queda más tranquilo con ese tema de que ya tienen su techo propio”, aseguró Rivero.
Cada hogar entregado consta de un diseño que busca comodidad y funcionalidad a sus residentes. Estas residencias cuentan con cocina-comedor, 2 dormitorios, baño, lavadero exterior, espacio para el resguardo de vehículos y termotanque solar dual. Además, cuentan con calles asfaltadas, alumbrado público, forestación y veredas, entre otros servicios.
El barrio, ubicado junto al Serranías Puntanas, en sus alrededores cuenta con una sede UPrO, un acceso directo a la extensión de Av. Lafinur y próximamente un nuevo centro de salud de atención ambulatoria.
Mariano Torres junto a su esposa Cinthia esperaban desde hace muchísimo tiempo tener su propia vivienda: “No podemos creerlo todavía, es una felicidad inmensa porque es algo que cuesta mucho tener”, señaló el padre de tres niños que dejará de alquilar y pasará las fiestas junto a sus seres queridos bajo el techo propio.
“Ahora que tenemos nuestra casa, ya podemos invertir en ella, podemos tener nuestras cosas que va a quedar para nosotros, para nuestros hijos a alguno de ellos, por eso estamos muy felices”, suspiró.
Alegría, emoción y la sensación de un sueño cumplido que trae seguridad, tranquilidad y agradecimiento.
Por su parte, el secretario de Vivienda, Juan Pablo Suárez vivió esta entrega “con emoción, alegría y tristezas también, porque no solamente estamos felices por las familias que se le entregan la vivienda, sino que también estamos tristes por las que no les tocan. Sabemos que el número de inscriptos es muchísimo mayor que el de que se le tocaron. Pero bueno, se ha hecho un trabajo lo más exhaustivo que se ha podido, la verdad, para poder cumplir con los casos que creíamos que eran los más necesitados”, concluyó.