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Dónde empieza el espacio y qué es la Línea de Kármán, las claves de la disputa entre Bezos y Richard Branson

El fundador de Blue Origin argumenta que el vuelo de Virgin Galactic no alcanzó la altitud suficiente para considerarse espacial.

Cuando todo parecía indicar que Jeff Bezos se iba a convertir en el primer turista espacial de la historia en vuelos privados o comerciales, Virgin Galactic, con el multimillonario Richard Branson en primera fila, se adelantó por nueve días.

Sin embargo, la polémica recién empieza: desde Blue Origin, la compañía aeroespacial del fundador de Amazon, señalan que la nave de Branson no superó el llamado límite de Kármán, el límite entre la atmósfera y el espacio.

Se suponía que el fundador de Virgin no volaría hasta finales de este año. Pero para sacar ventaja, cambió sus planes cuando se enteró de que Bezos iba a despegar en el 52 aniversario del alunizaje del Apolo 11.

Para bajarle el precio, el fundador de Amazon remarcó que el vuelo al espacio del multimillonario Richard Branson no debería considerarse como tal ya que no alcanzó la altitud suficiente (100 kilómetros) algo que aseguró sí logrará con su viaje tripulado en el Blue Origin.

“Para el 96 % de la población mundial, el espacio comienza a 100 kilómetros de altura en la línea de Kármán, reconocida internacionalmente“, escribió la compañía de Bezos en Twitter.

La línea de Kármán es considerada el límite entre atmósfera y espacio exterior, a efectos de aviación y astronáutica. Esta definición es aceptada por la Federación Aeronáutica Internacional (FAI), que es una organización dedicada al establecimiento de estándares internacionales y reconocedora de los récords en este campo.

Esta altitud fue estimada en 100 km sobre el nivel del mar por Theodore von Kármán, calculando la altura a la que la densidad de la atmósfera se vuelve tan baja que la velocidad de una aeronave para conseguir sustentación aerodinámica mediante alas y hélices debería ser equiparable a la velocidad orbital para esa misma altura, por lo que alcanzada esa altura por esos medios las alas ya no serían válidas para mantener la nave.

Falta de consenso

La nave de Virgin Galactic en pleno ascenso.
Foto AFP

La nave de Virgin Galactic en pleno ascenso. Foto AFP

Sin embargo, el consenso en torno a este límite no es unánime. El propio gobierno de los Estados Unidos utiliza diferentes definiciones de espacio.

La NASA y la FAA otorgan alas de astronauta a quien supera los 80 kilómetros de altitud, pero el Control de Misión de la NASA considera formalmente que el límite con el espacio está todavía más allá de la línea de Kármán: a 122 kilómetros.

Como cada millonario tiene su propia regla, el argumento de Bezos es que la nave de Virgin Galactic no logró superar los 80 kilómetros, por lo tanto, jamás llegó al espacio.

Desde Virgin Galactic no han realizado comentarios sobre el ‘ataque’ de Blue Origin, pero su piloto de pruebas Nicola Pecile escribió un tuit, que posteriormente fue borrado, afirmando que la competencia por la línea de Kármán “es tan infantil que se está volviendo realmente bochornosa de ver“.

Antes del despegue, Virgin Galactic efectuó tres trayectos que superaron la altura de 80 kilómetros. Su último vuelo tripulado en mayo de este año alcanzó los 88,5 kilómetros en su punto más alto.

Jeff Bezos y Richard Branson, en la carrera espacial privada. Foto AFP

Jeff Bezos y Richard Branson, en la carrera espacial privada. Foto AFP

Por este motivo, Bezos volvió a la carga y señaló que “solo el 4 % del mundo reconoce el límite de 80 kilómetros. New Shepard vuela por encima de ambos. Uno de los muchos beneficios de viajar con Blue Origin”, dijo la compañía en un comunicado sobre la misión de su aeronave.

Los competidores

Elon Musk, fundador de SpaceX y considerado el tercer hombre en discordia por la carrera del turismo espacial entre los hombres más ricos del mundo, no se pronunció sobre la controversia. El domingo viajó a Nuevo México para ver y felicitar a Branson por un “hermoso vuelo”.

La gran diferencia con Branson es que, Blue Origin y SpaceX vuelan al usando cápsulas encima de cohetes, en lugar de un avión espacial reutilizable lanzado desde el aire como Virgin Galactic.

Los vuelos de Virgin Galactic y Blue Origin duran aproximadamente 10 minutos, con unos tres minutos de ingravidez. Pero los regresos son bastante diferentes: el avión cohete de Virgin Galactic planea hasta una pista de aterrizaje, como lo hacían los antiguos transbordadores espaciales de la NASA, con un par de pilotos al mando.

Tras el éxito del domingo, Virgin Galactic prevé dos vuelos más de prueba para luego iniciar operaciones comerciales regulares para principios de 2022. Y, a largo plazo, pretende realizar 400 vuelos al año desde Spaceport America.

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