La jueza lo indagó por “Homicidio culposo agravado”. Para la fiscal, es un “Homicidio con dolo eventual”.
Alberto Chávez, el hombre que el domingo escapó tras atropellar a Xiomara Rosales, una nena de 2 años que murió esa misma noche por las lesiones que sufrió, tenía 3,50 gramos de alcohol por litro de sangre el día del hecho, según el alcotest que se practicó tras su detención. En Villa Mercedes, donde ocurrió la tragedia, la tolerancia es cero. Por el momento, Chávez, un jubilado de 70 años, continuará arrestado, le confirmó a El Diario su defensor, Deolindo Pereyra, quien ayer lo asistió en la declaración indagatoria ante la jueza Penal 3, Mirta Ucelay. El imputado se abstuvo de declarar y solicitó una prórroga de la detención, refirió el abogado, aunque aclaró que no sabe por cuánto se va a extender.
La fatalidad ocurrió alrededor de las 20:30 en calle Francia, donde la nena tiene domicilio, en el barrio El Criollo. La casa de la víctima está entre Tallaferro y Nelson. Chávez —quien reside entre Villa Mercedes y Sampacho, donde está su familia— iba solo en el Fiat Palio que embistió a Xiomara.
El subjefe de la Comisaría 36ª, subcomisario Fabio Molina, dijo que aún se indaga en las circunstancias del hecho. Al parecer, solo habría un testigo directo, un primo de la pequeña que tiene 15 años. Narró que el auto, al girar por Francia, prácticamente le arrebató a la criatura de la mano. A pesar de que los parientes la trasladaron al Policlínico Regional “Juan Domingo Perón”, Xiomara ingresó sin vida, de acuerdo a lo informado por el comisario general Oscar Contrera, jefe de la Unidad Regional 2.
Sobre la referencia de que habría habido un arrastre de la nena, Molina dijo que tanto Criminalística como peritos del Juzgado trabajan en las correspondientes pericias para establecer ese y otros detalles.
Chávez fue indagado por “Homicidio culposo agravado”, confirmó la Dirección de Prensa de Comunicación Institucional del Poder Judicial. La fiscal de Instrucción 3, Verónica Alonso Ernst, le precisó a El Diario que lo que la jueza le ha imputado es el artículo 84 bis, segundo párrafo del Código Penal. En él “se dan distintas opciones de cuáles podrían ser las calificantes, entre ellas, la ingesta de alcohol, el haber huido del lugar del hecho, si la velocidad excede 30 kilómetros la permitida, si cruza un semáforo en rojo o si viola una señal de tránsito”, enumeró. En este caso, el accionar del hombre incluiría los dos primeros agravantes, al menos hasta el momento.
La representante del Ministerio Público Fiscal dijo que desde su punto de vista, con lo que había ayer en el expediente, el hecho se encuadraría en una calificación más grave, un “Homicidio con dolo eventual”, aunque aclaró que, según las pruebas que se produzcan, su opinión puede variar. “Vamos a ver las pericias, la pericia oficial del Juzgado. Recién empezó a trabajarse el expediente; puede mutar la calificación”, consideró.
Según explicó, un delito puede ser doloso o culposo. El primero es aquel en el que el imputado tiene la intención de cometer un hecho concretamente, ya sea un robo, una estafa o un homicidio. El segundo es algo accidental. “El dolo eventual es una clase de dolo intermedio, en el cual si bien no hay una intención directa de cometer el hecho, la persona podría haberse representado que si sale a conducir en ese estado es probable que se dé ese resultado. Es decir, lo puede representar en su mente y, sin embargo, sale a manejar igual”, dijo.
“Estamos todos condolidos, mi defendido, sus parientes y personalmente yo también. Por lo tanto, hemos decidido respetar el dolor de la familia de la niña y no vamos a hacer ningún tipo de declaración en cuanto a la estrategia de la defensa. Nos vamos a llamar al silencio mientras continúa la investigación”, refirió el defensor Pereyra. Y agregó: “Chávez está con un estado mental depresivo, absolutamente acongojado. Justamente me comentaba que tiene nietas de esa edad, por lo que está quebrado emocionalmente. Incluso tuvimos que esperar para la indagatoria, porque rompió en llanto. Este tipo de hechos fatídicos tiene víctimas de los dos lados, hay dos familias absolutamente quebradas”.
El letrado consideró que era demasiado pronto para decir algo, ya que el sumario que labraron los efectivos de la Comisaría 36ª fue elevado a la magistrada ayer a la mañana, poco antes de la indagatoria. “Los testigos que han declarado ante la Policía no han estado en sede judicial, por lo que pueden rectificar o ratificar. Es muy pronto para afirmar cualquier tipo de conjetura o hasta cuál va a ser la estrategia procesal. Por ejemplo, hoy (por ayer) en unas declaraciones leí que una pelota se fue a la calle y que la nena salió en búsqueda de ella (NdP: es decir, que habría cruzado la calle de forma imprevista para ir a recogerla), como así también hay versiones de que (el vehículo del conductor) se había subido a la vereda” presumiblemente por el estado en el que manejaba el hombre, comentó. Por eso es pronto para conjeturar cómo fue el hecho. Todavía no se han agregado las fotos de Criminalística, falta mucho aún por incorporar”, acotó.