Ya fue condenado a 64 años y 8 meses por varios delitos. Con dos nuevos juicios en marcha, el máximo posible llegaría a 121 años.
En una jornada agitada para él, luego de ser señalado durante la mañana como instigador de siete ataques a tiros contra blancos judiciales, Ariel “Guille” Cantero (33) fue imputado el viernes por la tarde como jefe de una banda que realizaba maniobras extorsivas e instigador de un homicidio agravado.
Por ambos delitos, el jefe de la banda narco Los Monos puede ser condenado a 33 años de cárcel.
Así, superaría largamente los 100 años de condena: ya fue sentenciado a 64 años y 8 meses de prisión por otros delitos y además se le podrían sumar los 24 años pedidos por la Fiscalía en la causa por los ataques a la Justicia.
El acumulado, de recibir las máximas condenas, impacta: 121 años.
Durante la mañana, en la audiencia del primer juicio, Cantero había sorprendido a todos al presentarse ante el tribunal, durante un trámite de rutina. “¿Oficio?”, le consultó la jueza Hebe Marcogliese. “Oficios varios”, soltó antes de hacer una pausa y sorprender con una frase brutal para completar la respuesta: “Contrato sicarios para tirarle tiros a los jueces judiciales”.
Cantero siguió el juicio en su contra desde la cárcel de Máximo Paz, a través de videoconferencia. Durante la tarde afrontó otra audiencia imputativa. Foto: Juan José García
Por la tarde llegó el momento de conocer las imputaciones en la otra causa que enfrenta el jefe de Los Monos. En ese expediente se analiza su responsabilidad en el crimen de un apostador que fue atacado cuando estaba en el sector de fumadores del Casino City Center de Rosario, un hecho ocurrido el 11 de enero de 2020 que conmocionó a la ciudad.
“Guille”, como parte de un plan de maniobras que orquestaba desde la cárcel buscando obtener dinero a cambio de no atentar contra personas, comercios, emprendimientos y dirigentes gremiales, preparó el plan contra el mega emprendimiento de apuestas ubicado en la zona sur de la ciudad.
“Vamos a ver cómo sale”
“Fijate bien. Lo hacemos bien a ver si nos dan algo bien piola”, alienta “Guille” a Maximiliano “Cachete” Díaz, un hombre de su confianza, en una comunicación del 7 de enero, cuatro días antes del ataque mortal.
“Boludo, todo bien. Ahí ya tipo ocho voy un ratito al (casino) City a ver qué onda”, le responde “Cachete” a Cantero en esa comunicación.
El capo narco le pide que elaboren bien el plan para obtener un buen arreglo económico. “Sí, sí, boludo. Ahí ya le dije a los guachos qué es lo que tienen que hacer. Así que vamos a ver cómo sale”, responde Díaz.
“Cachete” ya había sido imputado meses atrás por otras extorsiones -ahora le sumaron otras dos en calidad de autor- y por el crimen de Enrique Ensino, un gerente bancario de 64 años que estaba como un cliente más del casino y recibió un disparo en la cabeza cuando estaba en el sector de fumadores.
El operativo de seguridad en Rosario, ante el inicio de un nuevo juicio contra el líder de Los Monos. Foto: Juan José García
Díaz recibía las órdenes que le bajaba Cantero desde la cárcel y fue el encargado de hablar con las personas extorsionadas (“Si no hay plata, hay balas”, le dijo a una de ellas) proveer de movilidad y armas a las personas que atacaron el casino.
Otro miembro del grupo, Carlos “Toro” Escobar, fue imputado por el crimen de Ensino y por distintas extorsiones. En el caso de Fernando “Enano” Morel, quien dispuso de personas para distintas balaceras, se le atribuyeron seis hechos de abuso de arma en calidad de partícipe primario.
En ese grupo delictivo buscó respaldo el gremialista Horacio Boix, un dirigente que fue corrido en agosto de 2019 del sindicato de peones de taxi de Rosario por administración fraudulenta.
Boix le pidió a la banda colaboración para amedrentar a sus ex compañeros, buscando recuperar la conducción de la entidad, algo que finalmente no logró.
Seis ataques a tiros fueron registrados contra los domicilios de los principales miembros de la nueva comisión directiva, atribuidos a la banda y al propio Boix. Los episodios sucedieron entre el 2 de septiembre de 2019 y el 6 de enero de 2020.
A Boix le imputaron dos hechos de extorsión en carácter de instigador y seis hechos de abuso de arma en carácter de instigador. Quedará detenido en su domicilio, sin plazos.
Por las extorsiones y por el crimen del apostador, Cantero podría recibir una pena de entre 18 y 33 años de prisión.