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jueves, noviembre 7, 2024
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Hinchazón, pesadez y dolor: qué es el linfedema, un cuadro que no se limita al cáncer de mama

Es un tipo de inflamación frecuente en las mujeres que atraviesan cirugías para extirpar ganglios, pero esa no es la única causa.

La linfa es un líquido que contiene glóbulos blancos, los “soldados” del sistema inmune que defienden al organismo de los gérmenes. Pero cuando el sistema linfático está dañado o bloqueado, ese líquido se acumula, generando inflamación, pesadez y dolor en diferentes tejidos blandos del cuerpo.

El linfedema es un cuadro frecuente en quienes atraviesan tratamientos específicos para el cáncer de mama (extirpación quirúrgica de ganglios linfáticos, radioterapia), pero esa no es la única causa que puede provocarlo: infecciones; traumatismos, esguinces, fracturas; cirugías plásticas, ortopédicas, ginecológicas u oncológicas también pueden originarlo.

En el marco del Día Nacional del Linfedema, especialistas buscan concientizar sobre esta afección que aparece cuando los vasos linfáticos no son capaces de drenar de manera adecuada el líquido linfático, generalmente de un brazo o de una pierna.

Entre los síntomas con los que se manifiesta el linfedema mencionan: hinchazón; sensación de pesadez en alguno de esos miembros y amplitud de movimiento limitada; molestias o dolor; tensión, brillo, calor o enrojecimiento de la piel, así como engrosamiento y endurecimiento; e infecciones recurrentes.

Brazos y piernas, las zonas más frecuentes en las que se manifiesta el linfedema. Foto Shutterstock.Brazos y piernas, las zonas más frecuentes en las que se manifiesta el linfedema. Foto Shutterstock.

Sedentarismo y obesidad, dos agravantes

Se trata, además, de una afección que puede agravarse ante factores que son frecuentes en estos tiempos en que muchas personas todavía no han retornado a su vida normal prepandemia, trabajan a distancia y no retomaron sus rutinas de actividad física.

“El sedentarismo asociado al home office acrecienta el problema. Y el aumento de peso que también se genera agrava notablemente esta condición y deteriora al sistema linfático”, advierte Mabel Bussati, especialista en Flebología y Linfología y médica de planta honoraria del sector de Flebología y Linfología del Hospital de Clínicas.

El linfedema no es un mero problema estético, puede afectar la calidad de vida. Foto Shutterstock.El linfedema no es un mero problema estético, puede afectar la calidad de vida. Foto Shutterstock.

Causas y tratamientos

En la mayoría de los casos, el linfedema es un trastorno que aparece en forma secundaria a otras afecciones que impactan sobre el correcto funcionamiento del sistema linfático.

Aunque suele afectar los miembros superiores o inferiores, el linfedema también puede presentarse en el tronco, abdomen, cara y/o genitales.

“Una vez instalado, su curso es lento y progresivo, es una afección crónica, que sin el tratamiento adecuado evoluciona a formas invalidantes y afecta la vida social, psicológica, laboral y familiar de quienes la padecen”, afirma Bussati.

En ese sentido, subraya que no se trata de un problema estético, sino de una enfermedad crónica que puede afectar la calidad de vida de quien la padece.

“Hay una alteración de la autoimagen de los pacientes -dice-, que no pueden por ejemplo vestirse de la misma forma, sienten pesadez y falta de movilidad. Esto provoca un cambio en el ritmo de vida familiar y cotidiana, generando estados de depresión y ansiedad.”

En algunos casos, el linfedema incluso puede responder a factores hereditarios, manifestándose tanto en edad adulta como pediátrica.

“Puede tratarse de una predisposición que trajeron con el nacimiento y nunca se hizo visible hasta que llegó un momento en la vida en que, ya sea por una enfermedad determinada o por un traumatismo como una caída, se les empieza a inflamar y a hinchar una parte del cuerpo y ahí descubrimos que lo habían traído desde el nacimiento y que por una razón X se rompió el equilibrio y comenzó a manifestarse clínicamente”, explica Bussati.

Como toda enfermedad crónica, el linfedema no tiene cura, pero sí tratamiento. El objetivo de las diferentes terapias es reducir el tamaño del miembro y del tejido afectado.

Entre las diferentes alternativas se incluyen terapia médica de drenaje linfático manual; comprensiones, que varían de acuerdo a la fase de la enfermedad; ejercicios físicos para movilizar las zonas afectadas y, además, el tratamiento farmacológico, medicamentos que actúan a nivel de la microcirculación y son fundamentales para disminuir los síntomas, enumera la especialista.

Y en relación a las medidas que colaboran con el manejo de la enfermedad, menciona: evitar el sedentarismo y el sobrepeso, masajear las piernas habitualmente, evitar fuentes de calor, utilizar ropa adecuada y zapatos de taco cómodo.

Todos estos aspectos serán abordados en un seminario web para pacientes y comunidad en general organizado por el Colegio Argentino de Cirugía Venosa y Linfática (CACVyL), que se realizará hoy a partir de las 18. La inscripción es libre y gratuita.

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