En la esquina de las calles Alejandro Montenegro y Las Rosas, a metros de la plaza del barrio 1º de Mayo, al oeste de la ciudad, abrió sus puertas oficialmente la Casa de Atención y Acompañamiento Comunitario (CAAC) “Ni un pibe y piba menos por la droga”. Con las paredes de su salón recién pintadas y aún trabajando allí y en el edificio contiguo, para dejarlos en las mejores condiciones, los jóvenes impulsores del proyecto, parte de ellos pertenecientes a la Corriente Clasista y Combativa (CCC), mostraban algo de orgullo y optimismo ante el nuevo espacio, que buscará volverse un lugar de contención para los barrios del extremo oeste de la ciudad, en los que las necesidades abundan.
Emilia Bertolino