El tribunal declaró inconstitucional la composición que redujo la cantidad de miembros del organismo de 20 a 13. Pidió al Congreso dictar un nueva ley.
Con un fallo que tendrá impacto en el Gobierno, en el Congreso y la Justicia la Corte Suprema declaró inconstitucional la reforma del Consejo de la Magistratura que ideo Cristina Kirchner en 2006 cuando era senadora y que redujo la cantidad de miembros del organismo de 20 a 13.
La decisión se tomó este jueves y le puso un límite a la integración actual del organismo que se encarga de seleccionar, concursar y juzgar a los magistrados.
En el fallo, los jueces exhortaron al Congreso a sacar una nueva ley y le ordenaron a la Magistratura volver a la anterior composición a la reforma hasta que se vote una nueva iniciativa. Así, el Consejo volverá a tener 20 miembros y el será manejado por el presidente de la Corte Suprema.
Además pusieron un plazo: si en 120 días no está aprobada la Ley, todos los actos del Consejo desde ese momento serán declarados nulos.
La resolución fue por unanimidad: o sea, los cuatro jueces del tribunal, el presidente Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti votaron por la inconstitucionalidad de la composición actual del organismo.
La reforma de 2006 que fue impulsada por la actual vicepresidenta además de achicar el Consejo le daba más poder a los representantes de la política -los senadores y diputados- y le restaba poder a los demás estamentos de jueces, abogados y académicos. Incluso había borrado la representación de la Corte Suprema que hasta 2006 presidía la Magistratura.
Con la reforma de Cristina Kirchner, el oficialismo de turno tenía más chances de paralizar la designación en una terna de los jueces que no le gustaran y también evitar el juicio político de un magistrado al que desearan proteger.
En los hechos, para voltear la actual composición del Consejo, la Corte rechazó un recurso extraordinario que había presentado el gobierno de Cristina Kirchner en 2015 para sostener la conformación del Consejo. Con ese rechazo, confirmó y dejó firme una sentencia de la Cámara Federal de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo que hablaba de “inconstitucionalidad”.
La causa había arrancado por una denuncia del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires.
En el fallo, piden al Congreso que en un plazo razonable dicten una nueva ley. Lo cierto es que el Gobierno presentó hace diez días en el Senado un proyecto que eleva de 13 a 17 a los integrantes del Consejo. Además, el diputado del PRO Pablo Tonelli -que es integrante de la Magistratura- presentó otro de su autoría.
La decisión de la Corte Suprema cae en un momento de máxima tensión entre el Gobierno y la Justicia. Este miércoles, el presidente Alberto Fernández volvió a insistir con discutir cambios en la Corte Suprema que incluyan modificaciones en el número de integrantes y en las tareas del tribunal. Y hasta criticó las “demoras en el servicio de Justicia”. Este jueves, la portavoz oficial, Gabriela Cerruti, confirmó que están estudiando modificaciones en el tribunal
La semana pasada también hubo focos de tensión con la Corte. El ministro de Justicia, Martín Soria, se reunió con los jueces por primera vez desde que asumió -hace ocho meses- y criticó a los ministros del tribunal. Incluso sostuvo que no se iban a “animar” a declarar la inconstitucional la reforma del Consejo.
El Consejo de la Magistratura es un organismo clave que se encarga de seleccionar a los jueces -a través de concursos públicos, seleccionar una terna y enviarla al Poder ejecutivo para que decida cuál será votada en el Congreso.
Además, se encarga de evaluar el desempeño de los jueces y puede sancionarlos e incluso iniciarles un juicio político para que sean desplazados. Por eso el equilibro en su composición es determinante.
La última reforma de 2006 -que ahora se declaró inconstitucional- dejó en 13 a los integrantes del consejo: tres jueces, dos abogados, cuatro legisladores de la mayoría, dos legisladores de la minoría, un académico y un representante del Poder Ejecutivo.
Los que más habían perdido eran los jueces, los abogados, la minoría legislativa y la Corte Suprema que presidía el organismo.