22 C
San Luis
viernes, marzo 29, 2024
InicioPoliciales“Llegó la hora”: el salvaje abuso contra una mujer en la feria...

“Llegó la hora”: el salvaje abuso contra una mujer en la feria La Salada

Fue violada y golpeada en grupo durante 10 horas cuando fue a comprar ropa al predio de Urkupiña, en Lomas de Zamora. La abandonaron en Constitución.

Fue cerca de las ocho de la mañana del sábado 16 de julio. La joven llegó junto a su papá, su bebé de seis meses y un amigo que los llevaba en su camioneta. Como siempre, S. iba a comprar ropa para revender, un emprendimiento que había iniciado para mantener a su hijo y a su hija que está a punto de cumplir 11 años.

S. se había quedado sola a cargo de sus dos chicos. Sin ayuda del padre, tuvo que inventar una manera de salir adelante. Tenía miedo de ir sola a Urkupiña, en el predio de La Salada, la feria más grande de Latinoamérica, ubicada en Lomas de Zamora, al sur del conurbano. Por eso siempre iba con su papá, que la acompañaba de cerca. Pero esta vez el hombre se quedó afuera para entretener al bebé mientras la joven hacía las compras.

Tenía una riñonera con 65 mil pesos y su teléfono celular. Así como entró, de un momento a otro la rutina se convirtió en desesperación: S. no respondía los mensajes, no atendía las llamadas. Desapareció.

Su hijo lloraba pidiendo por su mamá y ella no aparecía. El hombre pidió ayuda al personal de seguridad de Urkupiña, la feria que conduce Enrique “Quique” Antequera. A S. la llamaron por altoparlantes una y otra vez, pero nadie la vio. Pasaban las horas y su papá estaba desesperado.

Buscan testigos del secuestro de una joven víctima de una agresión sexual en grupo en La Salada.Buscan testigos del secuestro de una joven víctima de una agresión sexual en grupo en La Salada.

El hombre fue a buscar ayuda pero no la encontró en la comisaría 10° de Ingeniero Budge, donde -incumpliendo todos los protocolos y disposiciones de la Justicia- se negaron a tomarle la denuncia por la desaparición.

Entonces, regresó a su casa y familiares y amigos empezaron a difundir las fotos de S. en todas las redes sociales.

Cuando “Quique” Antequera mandó a llamar a la familia de la joven para “ponerse a disposición”, llegó la llamada desde la Ciudad de Buenos Aires. La habían encontrado en Constitución.

Una imagen de la feria La Salada. Foto: Luciano Thieberger.Una imagen de la feria La Salada. Foto: Luciano Thieberger.

A S. la secuestraron, la drogaron y la violaron durante 10 horas. Después, la abandonaron en Plaza Constitución, lastimada y golpeada.

La investigación está en manos de la Fiscalía Criminal y Correccional N° 38, a cargo de Juan Pedro Zoni y de la División de Investigaciones Comunales N° 1 de la Ciudad de Buenos Aires.

Estremecedor relato

S. bajó sola de una camioneta Volkswagen Transporter modelo ’98. Su papá y el dueño del vehículo fueron a dar vueltas para entretener al bebé hasta que ella terminara de comprar. La joven, que tiene 30 años, entró por la puerta N° 3 de Urkupiña y empezó el recorrido en el pasillo N° 1.

Me detuve a preguntar en uno de los puestos los precios de las camperas, me atendieron dos personas (…) En ese mismo momento fue que se me cruzó por delante un carro de color plateado que transportaba comida. De repente, el carro frenó justo donde yo estaba parada así que quedé como encerrada“, relató la mujer en su denuncia.

Lo último que recuerda con claridad es que “un hombre de unos 20 años que intentó pasar justo donde estaba parada y me chocó con su cuerpo, intenté avanzar y salir de ese lugar, vi que otros dos hombres estaban muy cerca, detrás de mío, y seguían mis pasos, así fue que crucé el pasillo en dirección a otro puesto que estaba frente al de las camperas, un puesto donde vendían calzas“, continuó.

En ese momento, intentó hacer contacto con una mujer de seguridad “de cabello rubio y cortito” que “llevaba puesto un chaleco verde“.

La feria La Salada. Foto: Luciano Thieberger.La feria La Salada. Foto: Luciano Thieberger.

La joven empezó a sentirse mareada. “Era como que las cosas se me venían encima, sentía que me iba a caer al piso“, describió. Entonces, alguien se acercó, le sacó la riñonera y un hombre la tomó de la mano “tipo novios, entrecruzando los dedos“.

Me habló como si yo fuera su pareja, me decía cosas como: ‘¿Mi amor, estás bien?’, ‘¿Querés ir afuera?’ “, añadió. El hombre le dio la riñonera al otro que también lo seguía y le ordenó: “Andá para el baño”.

Desde ahí el relato es borroso. S. tiene “flashes” de lo que pasó. Inmovilizada como estaba, logró recordar que la subieron a un auto: “No sé hacia dónde me llevaron, recuerdo que comenzaron a sacarme toda la ropa entre dos hombres, pero en los asientos de adelante del auto había uno o dos sujetos más“.

Ahí empezó el ataque. “Después me bajaron del auto y me llevaron a uno edificio tipo monoblock que era de color verde y me encapucharon, yo no veía nada y me daban de tomar un líquido amargo“, afirmó como pudo.

“Llegó la hora”

Llegó la hora“, se repetían cuando -aprovechándose de su vulnerabilidad y de que la superaban en fuerza y número- la agredían.

Después del brutal ataque, sus agresores la abandonaron en Plaza Constitución, donde fue atendida por policías de la Ciudad que la trasladaron al Hospital Ramos Mejía. Allí constataron las lesiones compatibles con la violación y dieron inicio a los protocolos de violencia contra las mujeres.

Tenés un Dios aparte. Te salvaste”, le gritaron antes de tirarla en la calle. La joven llegó a hacer la denuncia, pudo contactar al abogado Diego Stratiotis y solicitó ser parte en la causa.

Urkupiña, en el predio de La Salada, la feria más grande de Latinoamérica, ubicada en Lomas de Zamora. Foto: Luciano Thieberger.Urkupiña, en el predio de La Salada, la feria más grande de Latinoamérica, ubicada en Lomas de Zamora. Foto: Luciano Thieberger.

El martes, la víctima empezó con “fiebre” por las graves lesiones que le causaron. Por eso tuvo que ser internada en un hospital cercano a su domicilio. Como dio positivo de Covid-19, está lejos de su bebé lactante y no ha podido tener contacto ni contención de su familia.

Ahora buscan las imágenes de las cámaras de seguridad para intentar reconstruir el camino de sus agresores e identificarlos.

“Necesitamos urgente testigos que hayan podido ver algo para reconstruir lo que pasó”, contó Stratiotis a Clarín. Que además informó un correo electrónico (diego@ahsderechopenal.com) para que cualquiera que pueda aportar un dato se comunique con su estudio.

El abogado pidió difundir una imagen de la víctima para que quienes la hayan visto, detectado alguna situación extraña o la reconozcan de la feria, puedan poder reconstruir lo que pasó dentro del predio.

Noticias Relacionadas

mas leido