Alberto Fernández y Sergio Massa parten mañana. Brasil confirmó las conversaciones y se demora el viaje para negociar con el FMI.
El Gobierno viajará este martes a Brasil en busca de un crédito para agilizar el comercio bilateral y reducir la salida de dólares a través de las importaciones. La comitiva encabezada por Alberto Fernández mantendrá una reunión con Lula da Silva y su equipo económico, un encuentro del que participará el ministro de Economía, Sergio Massa, el canciller, Santiago Cafiero, y el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli.
La gira tendrá lugar inmediatamente después de la corrida cambiaria que la semana pasada llevó al dólar blue a rozar los $ 500 y forzó medidas de emergencia para estabilizar las cotizaciones paralelas. Entre ellas, la intervención con reservas sobre los bonos, la fuerte suba de tasas y la aceleración del dólar oficial. Hoy se conocieron mayores restricciones de la CNV para operar con los dólares financieros (CCL y MEP), desde mañana.
Con ese telón de fondo, Massa tendrá un rol protagónico en las negociaciones en Brasilia. El ministro llegará junto a su equipo, integrado por Leonardo Madcur, Gabriel Rubinstein, Marco Lavagna y Lisandro Cleri. Madcur y Rubinstein iban a viajar a Washington la semana pasada para negociar cara a cara con el FMI el adelanto de desembolsos, pero el ministro prefirió que sigan las conversaciones por zoom y lo acompañen primero a Brasil.
Por ese motivo, se prevé que el tigrense no participará del acto que realizará mañana la CGT en conmemoración del Día del Trabajador. Allí, se esperaba que un sector sindical impulsara su candidatura presidencial, aunque también podían llover críticas por la situación económica. El ministro optó por mostrarse con Lula -un crítico del dólar como moneda global y del Fondo- y, recién tras la misión, enviaría a su equipo a sentarse con el staff del organismo.
El Gobierno necesita incrementar el comercio bilateral con el país vecino, cuidando las reservas. En ese marco, el Gobierno de Brasil confirmó en las últimas horas que estudia un mecanismo para financiar las exportaciones hacia Argentina. La ayuda provendría del Nuevo Banco de Desarrollo y las operaciones serían en pesos y reales. Sin embargo, hay dudas por el riesgo de convertibilidad de la moneda argentina para saldar la deuda en el futuro.
La medida ya fue conversada a fines de enero durante la primera visita de Lula al país. La idea era que se pusiera en marcha entre febrero y marzo, pero se demoró tras las críticas opositoras en Brasil al financiamiento externo. “Va por el lado del incremento del financiamiento para mejorar reservas, es cómo lo de yuanes con China para no gastar dólares, es fortalecer reservas via financiación de importaciones con Brasil”, explicaron en Economía.
Entre las alternativas que se barajan, también se habla de la “securitización” de exportaciones para financiar esas operaciones en el mercado de capitales a través de fideicomisos u otros instrumentos financieros. La Argentina lo puso en práctica en 2003 ante el cierre del acceso al crédito de bancos internacionales por la crisis económica, con operaciones por montos pequeños, del orden de los US$ 15 millones.
Massa dialogó sobre esas propuestas el viernes pasado durante el encuentro que mantuvo en el quinto piso del Palacio de Hacienda con ejecutivos del sector automotor, siderúrgico, metalmecánico, y alimenticio. “Fue una reunión corta, se hablaron de diversas ideas, pero quedamos en trabajar en conjunto: securitización de exportaciones y pagos en reales”, dijeron en una terminal automotriz.
En la industria, hay dudas sobre cómo se instrumentará el comercio exterior sin dólares. Sobre todo, en un contexto donde ven dificultades para obtener permisos SIRA y todavía es muy incipiente el uso de yuanes para importar con China, una especie de caso testigo. La agenda bilateral también incluye la exploración de líneas de inversión que faciliten la construcción del gasoducto en Vaca Muerta, cuyos caños provienen de Brasil.
El Gobierno sigue preocupado por la pérdida de reservas y la dolarización en marcha. Pese a las medidas de estabilización, el Banco Central vendió el viernes US$ 67 millones. Y en lo que va del año acumuló ventas por US$ 3.000 millones en el mercado de cambios. A su vez, tuvo que destinar al menos US$ 100 millones en el mercado de bonos para aplacar los dólares financieros. Y el viernes se sumó el pago al FMI de US$ 700 millones.