El jefe de Estado afirmó que el precio de la soja subió hasta 350 dólares la tonelada y aseguró que la política fiscal apunta a seguir reduciendo impuestos. “Odio las retenciones”, remarcó
El presidente de Argentina, Javier Milei, salió al cruce de las críticas que recibió por la quita temporal de las retenciones al campo y reafirmó que la medida permitió a los productores recibir el precio más alto de la soja en los últimos 25 años.
Según el mandatario, tras la implementación de la medida, el valor de la tonelada de soja pasó de USD 295 a USD 350, lo que a su entender representa un beneficio directo para los productores. “El mejor respeto es que de 295 te vas a 350”, remarcó Milei en sus declaraciones, al referirse al aumento de precio verificado en el mercado.

De acuerdo con lo expresado por el Presidente, “cuando estaba el kirchnerismo, la soja estaban en USD 600 y el productor recibía USD 250. Hoy en Chicago está a USD 400 y el productor recibe USD 350”. Para Milei, la coyuntura internacional e interna ha determinado que el productor agropecuario perciba el mejor valor en décadas.
Milei aseguró que el compromiso del gobierno es continuar con el sendero de baja de impuestos en la medida en que la disciplina fiscal lo permita, remarcando además la importancia de avanzar también sobre tributos provinciales considerados distorsivos.
La eliminación temporal de retenciones, que se extendió entre el lunes y el miércoles de la semana pasada, provocó un debate abierto entre productores. Por un lado, algunos reconocieron que la suba del precio fue positiva para quienes pudieron vender, pero el agotamiento veloz del cupo de USD 7.000 millones generó una gran crispación en el sector, que advirtió que el beneficio se lo quedaron las cerealeras exportadoras.
Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina, manifestó su preocupación por el escenario. En distintas declaraciones cuestionó que los beneficios de la medida no alcanzaron a todos los actores del sector y puso en duda la forma en que la exportación presentó tantas declaraciones en un lapso tan acotado. Dijo: “Queremos ver si el productor realmente pudo aprovechar este beneficio. ¿Cómo puede ser que la exportación haya emitido en tan poco tiempo tantas declaraciones juradas para cubrir semejante cantidad de dinero?”. Pino también expresó que muchos quedaron excluidos del sistema y el ánimo favorable entre los productores solo duró unos días.
En la misma línea, Andrea Sarnari, presidenta de la Federación Agraria, consideró que “al productor pequeño y mediano no lo benefició, y ni siquiera cerca le pasó de la tranquera”. Sarnari subrayó que la última cosecha estuvo fuera de disponibilidad al momento de la medida, y que el grueso de los beneficiados provino de los grandes operadores con mayor capacidad y acceso inmediato a los documentos y las bolsas de cereal. Carlos Castagnani, titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), también opinó que la mayoría de los productores quedó al margen y que la metodología de cupos no contempló vías de acceso directo a la rebaja de retenciones.