La brasileña se asoció a la firma argentina Bicontinentar, que fabrica en la ciudad de Chivilcoy, y también producirá en otras dos plantas.
Despues de casi tres años de no producir en sus plantas de Florencio Varela, la empresa brasileña fabricante de botines y de ropa deportiva Penalty anunció que comenzará a fabricar en la Argentina nuevamente.
Lo va a hacer a través de un partner local: Bicontinentar, la firma que preside Juan Recce y cuyo principal accionista es Félix Gustavo Fernández. La empresa opera desde principio de año la planta de Chivilcoy que antes era propiedad de la brasileña Paquetá, y producía para las grandes marcas del deporte, entre ellas Adidas.
“Estabamos en la búsqueda de desarrollar y producir acá de manera nacional con un partner local que tuviera la tecnología y la capacidad instalada para desarrollar nuestros productos. Por eso es que llegamos a Bicontinentar ”, señalaron fuentes de Penalty. La decisión se enmarca, además, en la escasez de oferta que existe en el mercado local frente a una alta demanda de productos deportivos, especialmente de botines.
A partir de este acuerdo, la empresa prevé fabricar 15.000 pares de botines mensuales y también retomar la fabricación de indumentaria en tres plantas ubicadas en el país. Cada una será responsable de la elaboración de un segmento específico de la empresa. La de Chivilcoy, se dedicará al calzado y habrá otras dos en el barrio porteño de Agronomía y en la localidad bonaerense de Olivos.
Según fuentes de la compañía, la movida va a generar unos 150 puestos de trabajo iniciales, “con un perspectiva de expansión real que generará un impacto muy positivo en estas localidades y en todo el país”, auguraron. Ayer las autoridades de la empresa visitaron la planta de Chivilcoy junto a funcionarios nacionales y provinciales, donde ultimaron detalles para la puesta en marcha de esta nueva etapa de producción en el país.
Emerson Shiromaru, presidente de Penalty Argentina, señaló: “nuestro objetivo es impulsar la producción nacional mediante ensamble de partes y componentes, como suelas y capelladas, y también productos terminados 100% nacionales orientados al calzado e indumentaria”, señaló.
Penalty desembarcó en el país en 1998 y luego logró un importante crecimiento en el mercado local. En diciembre de 2018, sufrió el efecto de una apertura importadora y debió cerrar sus fábricas de Florencio Varela. En marzo de este año, la empresa de capitales argentinos, Bicontinentar Footwear Technologies, volvió a reabrir la fábrica que pertenecía a la ex Paquetá, que por años le produjo a grandes marcas. Por eso, Penalty decidió producir desde ahi los botines para abastecer al mercado interno.
“Estamos muy confiados porque la relación del público argentino con el deporte es de una intensidad y pasión difícil de encontrar, y es uno de los grandes factores que motivan la participación de nuestra empresa en el país. La cultura de los argentinos por el deporte es muy similar a la nuestra, ya que son muy apasionados por los deportes de equipo, lo que hace que Penalty tenga una visión muy positiva del trabajo en la región”, dijo el ejecutivo brasileño que dirige las operaciones de Penalty en Argentina.
Penalty es una marca orientada 100% al desarrollo y comercialización de artículos deportivos, en especial para deportes colectivos. Pero sobre todo es referente en el fútbol a través de sus botines y balones. Fue fundada en 1970 en la ciudad de São Paulo, Brasil, y pertenece al grupo Cambuci. Está en la Argentina desde hace 23 años,
Durante la década del 90, Penalty consolidó su presencia en América del Sur, instalando la marca de manera oficial en las principales federaciones de varios países. En Argentina patrocinó numerosos equipos de fútbol, entre ellos, Argentinos Juniors, San Lorenzo de Almagro, Velez Sarsfield, Club Atlético Tigre, Nueva Chicago, Chacarita Juniors, Banfield, Gimnasia y Esgrima La Plata, Talleres de Córdoba y Sarmiento de Junín, entre otros.
Actualmente, Penalty abastece con su producción propia a más de 800 clientes activos, tanto mayoristas como minoristas, de todo el país.