Desde el jueves, la empresa cubre la ruta que realiza hacia esa ciudad de EEUU con una aeronave de menor rango, que hace escala en Lima para cargar combustible. Ayer canceló un vuelo a Cancún, y hoy uno a Madrid y otro a Roma.
- Aerolíneas Argentinas usa aviones Boeing 737 MAX en vez de Airbus330, lo que obliga en rutas a Miami a hacer escala en Lima.
- El cambio obedece a un conflicto con la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), lo que provocó la falta de habilitación para las aeronaves más grandes.
- La medida generó incomodidad en los pasajeros, quienes experimentan un aumento en la duración del viaje.
Lo esencial: Aerolíneas Argentinas implementó un plan de contingencia para mantener sus vuelos a Miami tras no poder renovar las licencias de varios pilotos de Airbus A330 debido a un conflicto gremial con APLA. Ante la falta de pilotos habilitados, algunos vuelos están siendo operados por Boeing 737 MAX, diseñados para rutas regionales, con escala en Lima solo para recargar combustible. La decisión ha incomodado a los pasajeros, quienes deben realizar vuelos más largos sin opción de descender en la escala.
- La duración del vuelo a Miami aumenta hasta dos horas.
- La falta de respuesta a los reclamos gremiales y la ineficiencia administrativa, según APLA, podrían intensificar las medidas de fuerza en diciembre, un mes de alta demanda.
- La situación subraya los desafíos de la empresa en medio de presiones gubernamentales para reducir subsidios y posibles reformas en el modelo de negocio.
Desde el jueves pasado, Aerolíneas Argentinas viendo recurriendo a un plan alternativo para cubrir su ruta hacia Miami, debido a la falta de pilotos habilitados para operar los aviones de largo alcance Airbus A330. La medida generó sorpresa e incomodidad entre los pasajeros, quienes se encontraron con aviones Boeing 737 MAX de menor capacidad, diseñados principalmente para vuelos regionales y no transcontinentales, que deben hacer una escala en Lima para reabastecer combustible.
Fuentes del sector aeronáutico confirmaron a Infobae que la situación surge como consecuencia de un conflicto gremial encabezado por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), que impactó en la operación de la aerolínea de bandera al impedir la renovación de las licencias semestrales de muchos de sus pilotos.
El vuelo AR1306 que partió el viernes a las 10:40 desde el Aeroparque Jorge Newbery, por ejemplo, sorprendió a sus pasajeros, quienes esperaban el avión Airbus A330 de doble pasillo, caracterizado por su comodidad en vuelos largos, su capacidad para transportar hasta 278 pasajeros y su sistema de entretenimiento optimizado. Sin embargo, fueron recibidos por un Boeing 737 MAX de fuselaje angosto, con un solo pasillo y menos espacio, diseñado para vuelos regionales de corta o media distancia, y no equipado con un sistema de entretenimiento adecuado para un trayecto de más de nueve horas.
La raíz del problema está en que los pilotos de largo alcance, cuyos permisos de vuelo están vencidos, están teniendo problemas para renovarlos a causa de los paros que APLA realizó en el Centro de Formación y Entrenamiento de Pilotos de la República Argentina (Cefepra), ubicado en el aeropuerto de Ezeiza. Allí es donde se realizan las prácticas obligatorias en simuladores de vuelo para mantener vigentes las licencias de los pilotos de A330 y otras aeronaves de largo alcance.
Un comunicado de prensa emitido por APLA explicó que “la falta de pilotos por vencimiento de instrucción llevó a la cancelación de numerosas operaciones”. La asociación acusa a Aerolíneas de ignorar sus demandas salariales y denuncia una gestión ineficiente en la conducción de la empresa. Además, sostiene que la falta de respuesta a sus reclamos afecta no solo las condiciones laborales de los pilotos, sino la calidad del servicio que la aerolínea puede ofrecer a sus pasajeros.
Los pilotos se encuentran sin aumentos salariales desde mayo de 2024, y APLA exige una recomposición salarial del 90% para hacer frente a la inflación acumulada. A través de un comunicado, APLA también cuestionó la capacidad de la actual administración de Aerolíneas, señalando que el gerente general Fabián Lombardo y el subgerente Juan Pablo Alvarado carecen de experiencia en la industria y incurrieron en “graves incumplimientos convencionales” que afectan a la empresa y a sus trabajadores.
Para mitigar el impacto de la falta de pilotos, Aerolíneas decidió reservar a sus tripulaciones de Airbus A330 para las rutas transatlánticas a Madrid y Roma. Sin embargo, la solución temporal fue reprogramar algunos vuelos hacia Miami utilizando los Boeing 737 MAX con escala en Lima, mientras que otras frecuencias hacia este destino seguirán siendo operadas con el Airbus, dependiendo de la disponibilidad de pilotos. Esta reorganización, sin embargo, podría no ser sostenible a largo plazo debido a los costos adicionales y el impacto en la satisfacción de los pasajeros.
De hecho, los inconvenientes ya afectaron directamente algunos vuelos de la compañía: anoche fue cancelado un vuelo que partía rumbo a Cancún, y para este domingo ya figuran en la misma condición uno a Madrid, programado para las 12:50, y otro a Roma, programado para las 22:35.
El viernes, la empresa y los gremios —incluyendo APLA, la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA)— mantuvieron una reunión para discutir los términos de la paritaria.
Hasta ahora, Aerolíneas solo logró acuerdos salariales con los sindicatos Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) y Unión del Personal Superior Aeronáutico (UPSA), quienes accedieron a un aumento del 11,8% más un adicional del 2% para el período junio-agosto, con la promesa de continuar las negociaciones para el ajuste salarial de septiembre en adelante. Sin embargo, las demandas de APLA, AAA y APA continúan sin resolverse.
El conflicto salarial en Aerolíneas Argentinas ocurre en un contexto donde el Gobierno argentino busca reducir los subsidios a la empresa en medio de crecientes presiones fiscales. En el Congreso se discuten proyectos de ley que podrían llevar a una eventual privatización de la aerolínea y a un modelo sin subsidios, lo que afectaría los fondos disponibles para cubrir demandas salariales.
APLA anticipó que, si no se encuentran soluciones, las medidas de fuerza se intensificarán en diciembre, un mes clave debido al aumento de demanda por las fiestas de fin de año y el inicio de la temporada alta de vacaciones. El líder del gremio, Pablo Biró, instó a sus afiliados a mantenerse firmes en sus reclamos, afirmando que “no vamos a claudicar” y que, de no haber respuesta, las operaciones de vuelo podrían verse gravemente afectadas en el próximo mes.