“Esto es el caos. Renovar un pasaporte o pedir la nacionalidad es un derecho”, afirma el senador ítaloargentino Ricardo Merlo.
“Esto es el caos. Renovar un pasaporte o pedir la nacionalidad por parentesco es un derecho”. Lo afirma el senador italoargentino Ricardo Merlo, líder del principal movimiento, el MAIE, que representa los intereses de lo seis millones de residentes fuera de Italia, entre ellos más de un millón en la Argentina.
“Es vergonzoso que un ciudadano italiano que vive en la Argentina no logre renovar su pasaporte. Ese es un derecho, no lo pueden convertir en prisionero. Y también “es pleno el derecho a pedir los documentos que acrediten la ciudadanía italiana por consanguinidad y no a dar vueltas burocráticas infinitas”.
Merlo fue vicecanciller en los dos gobiernos anteriores al actual del premier Mario Draghi, que encabezó Giuseppe Conte.
“Cuando yo estaba no había mayores problemas. Se renovaban los pasaportes y se hacían los trámites de ciudadanía. Con retardos, con algún problema, pero se hacían. Ahora en cambio es el caos”.
El senador italoargentino Ricardo Merlo. Foto Victor Sokolowicz
Merlo señaló a Clarín que “la culpa no es de los cónsules, que son válidos profesionales sino del gobierno que ha dejado a la deriva el tema de los italianos en el exterior”.
Sin herramientas
Pero muchas veces la gente se ha quejado de malos tratos por parte del personal de los consulados. “Quienes han sufrido vejaciones que me escriban a ricardo.merlo@senato.it, especificando los datos posibles para ubicar al agresor”, dice Merlo.
El primer ministro Draghi no ha mencionado nunca en estos meses de su gobierno el tema de la atención a los seis millones de italianos que residen más allá de las fronteras. “Asi es”, responde Merlo. “El gobierno no da a los consulados las herramientas para funcionar”.
Debido a la pandemia del coronavirus que castiga a Italia desde febrero de 2020 y ha causado ya más de 130 mil muertos, el problema se ha hecho pesadilla.
“Se ha complicado todo. Draghi no da a los italianos en el exterior ni siquiera un saludo. Nosotros del MAIE no formamos parte de este gobierno, como lo fuimos de los gobiernos de Conte en el que cumplimos con los compatriotas que residen en el exterior. Yo por ejemplo, tengo mi residencia en la Argentina, donde nací”.
En Argentina vive la mayor comunidad italiana, que suma un millón, setenta mil personas, que se multiplica muchas veces con sus descendientes.
“Cuando era vicecanciller comenzamos a mejorar la situación de los consulados. En Uruguay, por ejemplo, había un lugar de 16 metros cuadrados para atender a una comunidad de 130 mil italianos en Montevideo. El nuevo consulado va a tener 700 metros”.
En Buenos Aires “el cónsul es excelente pero carece de recursos para atender a más de 300 mil personas”.
“Hace falta más personal, más informatización y alguien en el gobierno que se ocupe de los italianos en el exterior, prestándoles la atención que se merecen tantos compatriotas”.
El ministro de la Administración Pública, Renato Brunetta, ha ordenado que desde el 15 de octubre vuelven al trabajo “en presencia” al menos la mitad de los que trabajaron desde su casa a raíz de la epidemia.
Una sala de vacunación en Roma. Foto EFE
Las vacunas
”Le he pedido expresamente que hagan volver a los consulados al personal, donde los necesitamos, sobre todo en esta época pandémica”, dice. Merlo presentó una interpelación en el Senado italiano para que el cien por ciento de los consulados tenga a su personal trabajando en presencia y no por Internet desde su casa.
“Espero en las dos semanas próximas entrevistar al ministro Brunetta y al ministro de Salud, Roberto Speranza para poner en marcha de nuevo el aparato burocrático en la atención a los italianos en el exterior”, explicó. “Y creo poco a poco iremos ganando la batalla. Va a ser complicado pero vamos a salir”.
Tema obligado es el de las vacunas y los viajes de los italo argentinos a Italia. “En primer lugar hemos obtenido ya que cualquier ciudadano italiano puede entrar en su país y que pueda ser vacunado”, precisa Merlo.
En cuanto a la apertura hacia las vacunas aplicadas en la Argentina, que no son reconocidas en Italia y los otros 26 países de la Unión Europea, que siguen el mandato de EMA, el ente de la Europa comunitaria que autoriza o rechaza las drogas de todo tipo, “la puerta ya se abrió, tenemos también que luchar para que se abra de par en par”.
Merlo indicó que “ya ha sido aprobada la vacuna india Covishield”, que con AstraZeneca, Moderna, Pfister y sobre todo la rusa Sputnik, han sido aplicadas en nuestro país.
“La aceptación de Covishield es el primer paso. Moderna, Astrazeneca y Pfizer ya están aceptadas en Europa por lo que nos estamos concentrando en la china Sinopharm y la rusa Sputnik V”, explica Merlo.
“Con Sinopharm hay menos problemas porque recibió la autorización de la OMS, la Organización Mundial de la Salud. Noto una buena disposición a escuchar nuestras razones. Lo de Sputnik V es más complicado pero también va a salir aunque más adelante”.
El caso de la vacuna rusa tiene una primera complicación difícil. No ha obtenido la autorización de la Organización Mundial de la Salud. Con varios organismos ha habido desencuentros y los rusos tienden a rechazar los pedidos de información de temas técnicos.
El senador Merlo ha hecho ya varios contactos y espera reunirse la semana próxima con el ministro de Salud, Roberto Speranza. “Todos saben que la vacuna Sputnik V funciona bien y creo que van a terminar aprobando el permiso a los italianos vacunados en Argentina con esta sustancia. Antes tiene que salir la aprobación de la china Sinopharm”.