El pasado viernes se divulgaron los resultados de la pericia mecánica en torno al trágico accidente que costó la vida de Yonathan Valera Salazar. El joven, quien trabajaba como repartidor, perdió la vida el 11 de diciembre al ser atropellado mientras circulaba en bicicleta por la intersección de las calles Héroes de Malvinas y San Juan. El vehículo involucrado fue un Fiat Cronos conducido por Mariano Mourelle.
Según la evaluación realizada por el cuerpo técnico del Poder Judicial, a solicitud de la Fiscalía de Instrucción N°1, se determinó que Mourelle circulaba a una velocidad de 60 kilómetros por hora, sin evidencia de haber intentado frenar.
“La visibilidad era óptima, las condiciones del asfalto eran buenas y estaba correctamente señalizado. Además, el vehículo transitaba a la velocidad permitida”, afirmó Cristóbal Ibáñez, abogado defensor del acusado.
Sin embargo, la investigación también evidenció que Mourelle no realizó maniobra alguna para evitar el impacto, lo que, según el abogado, podría deberse a una “crisis de ausencia” sufrida por su defendido antes del accidente. Ibáñez adelantó que solicitará una junta médica para analizar si la epilepsia crónica que padece Mourelle pudo haber influido en los hechos.
“El hecho de no frenar ni esquivar es indicativo de esta crisis. Esto respalda nuestra hipótesis inicial de que, minutos antes del impacto, Mourelle estaba incapacitado para reaccionar”, agregó Ibáñez.
El incidente involucró otros impactos: primero, Mourelle golpeó el retrovisor de un Fiat Corsa, luego arrolló a Valera Salazar, impactó un colectivo de Transpuntano y, finalmente, chocó contra un Chevrolet Classic.
Quedan aún pruebas pendientes para elevar la causa a juicio, entre ellas un informe municipal sobre las velocidades permitidas en la avenida y un reporte médico relacionado con el ajuste de la medicación de Mourelle. Actualmente, el acusado cumple prisión domiciliaria.