Se llegó a un consenso para la utilización del color azul para representar a todas las personas con TEA porque el azul fue considerado el color perfecto. Se lo emparenta con el mar y la personalidad de alguien con esa condición es parecida: a veces es un remanso de paz y en otras oportunidades está todo revuelto.
El lema elegido para este año fue #SomosInfinitos. La campaña resalta la variabilidad existente dentro del espectro del autismo, para concienciar a la ciudadanía de que cada persona autista es única y precisa de apoyos especializados e individualizados, adaptados a cada etapa de su ciclo vital.