Unas 14 provincias registraron notificaciones por encima de las esperadas para esta época del año. Salud de Nación admite que “la vacunación focalizada ha alcanzado poco más del 18,6% de cobertura, cuando lo proyectado para este momento había sido del 87,5%”.
Horas después de emitir una declaración conjunta con su par de Salud de Estados Unidos, en la que advierten de posibles recortes en la aplicación de vacunas, el titular de la cartera sanitaria nacional, Mario Lugones, formó parte del Consejo Federal de Educación. Si bien el tema era “mejorar las coberturas de vacunación” con acciones junto a Educación, la noticia fue otro tema que se mencionó al pasar: cómo avanza el sarampión.
Una enfermedad que estaba controlada gracias a la inmunización y la prevención hoy está resurgiendo. Y lo dicen los números: según expuso durante el encuentro Marina Passinovich, asesora de la cartera sanitaria nacional, en nuestro país se registran 1899 notificaciones de posibles contagios de sarampión, de los cuales se confirmaron 31 casos (17 en Provincia de Buenos Aires, 13 en CABA y 1 en San Luis), y «800 continúan pendientes de clasificación por parte de las jurisdicciones”.
Para esta época del año, el número de notificaciones mínimas esperables es de 320. Si bien la gran mayoría de los casos confirmados se concentra en el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA), son 14 las provincias que registraron notificaciones por encima de las esperadas para esta época del año.
Desde Salud admitieron: “a pesar de que ya se ha registrado circulación comunitaria del virus, la vacunación focalizada ha alcanzado poco más del 18,6% de cobertura, cuando lo proyectado por las jurisdicciones para este momento había sido del 87,5%”.
Los números son bajísimos. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) alcanzaron a apenas el 21,3% de la población objetivo, y en PBA el porcentaje llega al 18%.
Baja adhesión en la vacunación contra el sarampión
“Ante el escenario de baja adherencia, Passinovich presentó ante los ministros, la estrategia integral desarrollada por Nación para la mejora de las coberturas. La misma se fundamenta en la Ley 27.491 que define la obligatoriedad de la aplicación de las vacunas del Calendario Nacional y está compuesta por cuatro pilares”, indicaron en Salud.
Enumeraron: la sensibilización del personal de salud para promover la vacunación, la implementación de acciones de vacunación complementaria en articulación con Educación (sin mencionar cuáles ni cómo), la mejora del registro en los tres subsectores de salud y el incentivo a la demanda por parte de la población.
Según afirmaron, para la implementación de la estrategia en las escuelas prevén la creación de mesas de gestión jurisdiccionales, integradas por representantes de Salud y Educación (depositando la responsabilidad en los distritos), “que se encargarán de implementar acciones de vacunación en escuelas y otros espacios de referencia barrial, diseñar cursos de capacitación para el personal docente y difundir información oportuna en redes sociales y medios de comunicación”.
Sin confianza ni campañas
Durante la 142° asamblea del Consejo Federal de Educación (CFE) de este miércoles, el titular de la cartera sanitaria nacional, Mario Lugones, que acompañó a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, destacó el rol clave que tienen las familias y la comunidad educativa en el éxito de las campañas y estrategias de inmunización, y habló de un compromiso “para recuperar la confianza social en la vacunación a través de controles más exhaustivos y basados en evidencia científica”.
Dos aspectos resultan extraños de la actitud del Ministerio de Salud respecto a las (bajísimas) tasas de vacunación, en medio de rebrote de enfermedades. El primero es que omiten la falta de campañas en medios masivos de comunicación denegadas por el propio Gobierno que integra, bajo la excusa de que no van a poner “pauta” en el periodismo, aunque en la práctica están pautando con millones de pesos, solo en medios amigos, especialmente a través de YPF y Aerolíneas Argentina. Es decir, ni siquiera se está aprovechando para utilizar ese espacio con campañas de prevención como las gestiones anteriores.
Lo segundo: es cuanto menos paradójico que Lugones haya salido a hablar de “recuperar la confianza social en la vacunación” horas después de que junto a su par de Estados Unidos despotricaron contra la OMS y contra las vacunas, de las que dijeron que solo aceptarán las que estén basadas en “evidencia científica” dando a entender que no todas lo están actualmente, cuando se sabe que todas las vacunas aplicadas superan rigurosos controles tanto nacionales como extranjeros. ¿O será que en realidad se trata de autorizar vacunas solo de las enfermedades en las que “cree” el Gobierno y desechar las de aquellas patologías a las que aborrecen ideológicamente, como el Covid-19?
Que se arreglen las jurisdicciones
A principios de mes la subsecretaria de Planificación Estratégica del Ministerio de Salud bonaerense, Leticia Ceriani, apuntó a la responsabilidad del Gobierno nacional, que no participa de las campañas de difusión y deja el tema en manos de las jurisdicciones.
“El Gobierno nacional lo que hace es proveer las vacunas, como todas las de calendario, pero no más que eso –indicó Ceriani- Pedimos dos cosas en particular para esta campaña: una es que no se limite solamente al AMBA. Hoy la campaña de vacunación es solamente en el área metropolitana y eso hoy es un problema porque ya tenemos un caso en San Luis”.
Ante una enfermedad extremadamente contagiosa como es el sarampión, la especialista consideró que “es una decisión equivocada” limitar la campaña. Además, advirtió sobre la “cantidad limitada de dosis” y la escasa inversión en pauta publicitaria.
Desde la Provincia de Buenos Aires se difunde la campaña “todo lo que se puede” y se intenta “sacar las vacunas al territorio, y esto lo trabajamos mucho con los municipios, pero en una provincia tan grande llegar a todas las casas es prácticamente imposible (…) Necesitamos que haya cierta sensibilidad por parte de la población respecto al riesgo de esta enfermedad”.
Antes, de Salud de Nación ya habían remarcado: “La vacunación depende de las jurisdicciones. Provincia y Ciudad de Buenos Aires tienen que ver cómo vacunar en las zonas que consideran críticas”.