Con estas vacunas la brecha entre primeros y segundos componentes será menor a 3,5 millones de dosis. La expectativa está puesta en una nueva inspección de la OMS a Rusia.
Hasta hace pocos días el foco de atención sobre la Sputnik V estaba puesto en la imposibilidad de conseguir el preciado segundo componente. Ahora las miradas parecen haberse corrido hacia otra imposibilidad: la de los inmunizados de viajar, dado que la vacuna no está aprobada por la OMS y, por ende, no es reconocida en varios países. En noviembre se sumaría Estados Unidos a este cepo.
En ese contexto, Clarín tuvo acceso a las órdenes de liberación de la vacuna en Rusia y pudo saber que por estas horas quedará a disposición del Gobierno argentino 1,6 millón más de segundos componentes. Son las producidas por el laboratorio Richmond, cuyos lotes debe aprobar cada vez que están finalizados el Instituto Gamaleya, antes de que puedan ser autorizados en Argentina por la ANMAT.
Este nuevo lote contribuirá a cerrar la brecha que hoy existe entre primeras y segundas dosis aplicadas de la vacuna rusa. Se inoculó a cerca de 11 millones de personas con el componente 1 y a 6 millones con el componente 2. Con la nueva entrega de Richmond la diferencia se acotaría a 3,5 millones. Aunque sería aún menor, debido a las vacunas de Moderna que fueron utilizadas en combinación con la rusa.
El total de vacunas entregadas por Richmond al día de hoy será entonces de 4,7 millones. Es sólo una parte de los 8 millones que el laboratorio tiene ya producido (con 3 millones pendientes de autorización), más otros casi dos millones que se encuentran actualmente en proceso de fabricación en la planta de Tortuguitas.
Pero por algún motivo, la felicidad con la Sputnik V no puede ser completa. En el momento en que los vacunados empiezan a ver que sus esquemas se resuelven y reciben la segunda dosis, ha aparecido otro obstáculo en el camino: la novedad de que Estados Unidos impediría ingresar desde el 1° de noviembre a los que hayan sido inmunizados con ese medicamento.
“Tarde o temprano esta incertidumbre se tiene que ir liberando”, dijo Vizzotti sobre la OMS y la Sputnik. Foto: Ministerio de Salud
Se trata de un impedimento que complicaría a muchos argentinos que necesitan viajar a ese país por diversos motivos. La ministra Carla Vizzotti se refirió al tema este lunes: “Tarde o temprano, esta tensión, esta incertidumbre, se tiene que ir liberando en función de que la OMS tenga la información para que la apruebe o que los países acepten una vacuna que tiene sobradas muestras de efectividad, y no que los países definan una estrategia sanitaria en función de algo que no es sanitario”.
La última semana se supo, según fuentes del Fondo Ruso de Inversión Directa, que la OMS haría en octubre una nueva inspección en la planta de producción que fue cuestionada en enero y que volvió a ser vetada en abril. Sería la última oportunidad antes de noviembre para que el organismo sanitario internacional allane el camino y que la Sputnik V obtenga validez mundial.
Fuentes del laboratorio Richmond también se mostraron confiados en que eso ocurra en breve: “Lo de la OMS no es un tema de la seguridad ni de la eficacia de la vacuna. Cada vez están saliendo más informes y estudios clínicos que dan cuenta de lo bueno que es el producto. Es un tema administrativo, de papeleo, y de puja política”.
Las fuentes de Richmond agregaron: “Nos dijeron que en breve ese trámite estará solucionado. Aunque la prioridad es curarnos, claro que sin dejar de lado todo lo otro, la posibilidad de viajar. Por más que sea una porción muy chica de la población, no hay que restarle importancia. De alguna manera es una buena noticia que hoy estemos hablando de los viajes y no de la falta de vacunas”.