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jueves, marzo 28, 2024
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Un estudio revela cómo evolucionaron los primeros humanos

Un nuevo análisis genético de 290 personas sugiere que los humanos surgieron en distintas épocas y lugares de África.

Los científicos han revelado un origen sorprendentemente complejo de nuestra especie, rechazando el argumento largamente sostenido de que los humanos modernos surgieron de un lugar de África durante un período de tiempo.

Mediante el análisis de los genomas de 290 personas vivas, los investigadores han llegado a la conclusión de que los humanos modernos descienden de al menos dos poblaciones que coexistieron en África durante un millón de años antes de fusionarse en varios eventos independientes a lo largo del continente.

Científicos dell Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, trabaja en el laboratorio del instituto en Leipzig, Alemani Anthropology/Handout via REUTERSCientíficos dell Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, trabaja en el laboratorio del instituto en Leipzig, Alemani Anthropology/Handout via REUTERS

Los resultados se publicaron el miércoles en Nature.

“No existe un único lugar de nacimiento”, afirmó Eleanor Scerri, arqueóloga evolutiva del Instituto Max Planck de Geoarqueología de Jena (Alemania), que no participó en el nuevo estudio.

“Realmente pone un clavo en el ataúd de esa idea”.

Paleoantropólogos y genetistas han encontrado pruebas que apuntan a África como origen de nuestra especie.

Allí se han desenterrado los fósiles más antiguos que podrían pertenecer a los humanos modernos, de hasta 300.000 años de antigüedad.

También las herramientas de piedra más antiguas utilizadas por nuestros antepasados.

El ADN humano también apunta a África.

Los africanos vivos tienen una enorme diversidad genética en comparación con otras personas.

Esto se debe a que los humanos vivieron y evolucionaron en África durante miles de generaciones antes de que pequeños grupos -con reservas genéticas comparativamente pequeñas- comenzaran a expandirse a otros continentes.

Dentro de la vasta extensión de África, los investigadores han propuesto varios lugares como cuna de nuestra especie.

Los primeros fósiles de aspecto humano hallados en Etiopía llevaron a algunos investigadores a buscar en África Oriental.

Sin embargo, algunos grupos de población de Sudáfrica parecían estar emparentados de forma muy lejana con otros africanos, lo que sugiere que los humanos podrían tener una larga historia allí.

Brenna Henn, genetista de la Universidad de California en Davis, y sus colegas desarrollaron un programa informático para realizar simulaciones a gran escala de la historia humana.

Los investigadores crearon muchos escenarios de diferentes poblaciones existentes en África a lo largo de distintos periodos de tiempo y luego observaron cuáles podían producir la diversidad de ADN que se encuentra en las personas vivas hoy en día.

“Podríamos preguntarnos qué tipos de modelos son realmente plausibles para el continente africano”, dijo Henn.

Los investigadores analizaron el ADN de diversos grupos africanos, como los mende, agricultores que viven en Sierra Leona, en África Occidental; los gumuz, grupo descendiente de cazadores-recolectores de Etiopía; los amhara, grupo de agricultores etíopes; y los nama, grupo de cazadores-recolectores de Sudáfrica.

Los investigadores compararon el ADN de estos africanos con el genoma de una persona de Gran Bretaña.

También analizaron el genoma de un neandertal de 50.000 años hallado en Croacia. Investigaciones anteriores habían descubierto que los humanos modernos y los neandertales compartían un antepasado común que vivió hace 600.000 años.

Los neandertales se expandieron por Europa y Asia, se cruzaron con los humanos modernos procedentes de África y se extinguieron hace unos 40.000 años.

Los investigadores llegaron a la conclusión de que hace 1 millón de años, los antepasados de nuestra especie existían en dos poblaciones distintas. Henn y sus colegas las denominaron Stem1 y Stem2.

Hace unos 600.000 años, un pequeño grupo de humanos se separó de Stem1 y se convirtió en los neandertales.

Pero Stem1 perduró en África durante cientos de miles de años, al igual que Stem2.

Si Stem1 y Stem2 hubieran estado completamente separados entre sí, habrían acumulado un gran número de mutaciones distintas en su ADN.

En cambio, Henn y sus colegas descubrieron que se habían mantenido sólo moderadamente diferentes, tanto como lo son hoy los europeos y los africanos occidentales.

Los científicos concluyeron que las personas se habían movido entre Stem1 y Stem2, emparejándose para tener hijos y mezclando su ADN.

El modelo no revela dónde vivían los Stem1 y los Stem2 en África.

Y es posible que bandas de estos dos grupos se desplazaran mucho a lo largo de las vastas franjas de tiempo durante las que existieron en el continente.

Hace unos 120.000 años, según el modelo, la historia de África cambió radicalmente.

En el sur de África, los pueblos de Stem1 y Stem2 se fusionaron, dando lugar a un nuevo linaje que daría lugar a los nama y a otros humanos vivos de esa región.

En el resto de África se produjo otra fusión de los grupos Stem1 y Stem2.

Esta fusión dio lugar a un linaje que dio lugar a los pueblos vivos de África occidental y oriental, así como a los pueblos que se expandieron fuera de África.

Es posible que las alteraciones climáticas obligaran a los grupos Stem1 y Stem2 a desplazarse a las mismas regiones, lo que les llevó a fusionarse en grupos únicos.

Por ejemplo, algunas bandas de cazadores-recolectores tuvieron que retirarse de la costa al subir el nivel del mar.

Algunas regiones de África se volvieron áridas, lo que pudo provocar la búsqueda de nuevos hogares.

Incluso después de estas fusiones, hace 120.000 años, parece que sobrevivieron personas con ascendencia únicamente Stem1 o únicamente Stem2.

El ADN de los mende demostró que sus antepasados se habían cruzado con gente Stem2 hace 25.000 años.

“Esto me sugiere que Stem2 se encontraba en algún lugar de África Occidental”, afirma Henn.

Ella y sus colegas están añadiendo ahora más genomas de personas de otras partes de África para ver si afectan a los modelos.

Es posible que descubran otras poblaciones que perduraron en África durante cientos de miles de años y que, en última instancia, ayudaron a producir nuestra especie tal y como la conocemos hoy.

Scerri especuló con la posibilidad de que vivir en una red de poblaciones mezcladas por toda África permitiera a los humanos modernos sobrevivir mientras los neandertales se extinguían.

De este modo, nuestros antepasados pudieron conservar más diversidad genética, lo que a su vez les ayudó a soportar cambios climáticos o incluso a desarrollar nuevas adaptaciones.

“Esta diversidad en la raíz de nuestra especie puede haber sido, en última instancia, la clave de nuestro éxito”, afirma Scerri.

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