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Los expertos dicen que el barco es probablemente del siglo XIX, y que lo más probable es que el huracán Fiona lo arrastrara hasta la costa de Canadá.
Desde que, a finales de enero, un barco naufragado llegó a la remota zona costera canadiense de Cape Ray, en la isla de Terranova, ha causado conmoción en la pequeña comunidad de unos 250 habitantes.
Los residentes han posado para hacerse fotos con partes del barco de madera, que un cazador local avistó y que se cree que data del siglo XIX.
Han animado a las autoridades a asegurar la estructura.
Y han especulado en las redes sociales sobre su misterioso origen.
Las publicaciones, en una página comunitaria de Facebook, llamaron la atención de un fotógrafo local, Corey Purchase, que vive a 15 minutos de la zona.
Utilizó un dron para tomar fotos aéreas que mostraban la escala de la embarcación, que estimó en unos 27,5 metros de largo.
“El dron lo puso en perspectiva”, dijo.
“Fue un hallazgo bastante asombroso”.
Zona de naufragios
Los naufragios en esta región no son tan infrecuentes.
Probablemente ha habido miles en la costa de Terranova en los últimos 500 años, dijo Jamie Brake, el arqueólogo provincial.
“La historia del tráfico marítimo es muy larga”, explica Brake.
“Cape Ray es una costa expuesta y traicionera, con niebla y arrecifes. Ahora hay un faro que protege a los navegantes, pero no siempre estuvo ahí”.
Aún así, los expertos afirman que es raro que un barco tan grande llegue a la costa de Cape Ray Cove, cerca del golfo de San Lorenzo.
Según Neil Burgess, presidente de la Shipwreck Preservation Society of Newfoundland & Labrador, es posible que el barco fuera arrastrado por el huracán Fiona, una tormenta de categoría 4 que destruyó un centenar de casas en la costa suroeste de Terranova, desde Port aux Basques hacia el este hasta Burgeo, en septiembre de 2022.
Burgess tiene previsto inspeccionar el barco este fin de semana para conocer mejor sus orígenes.
Evidencias
Sólo con ver las imágenes captadas por Purchase y otros, sospecha que podría ser del siglo XIX por algunos detalles de construcción.
Por ejemplo, está sujeto por grandes raíles, clavijas de madera comprimida en seco y clavijas de cobre, habituales en los barcos de la época.
Según Burgess, en los últimos tres siglos se han registrado una docena de naufragios en la zona de Cape Ray.
Durante una inspección del barco, espera determinar el tipo de madera utilizada y su antigüedad.
De ese modo, habrá más posibilidades de identificar el naufragio.
Un descubrimiento así sería una “victoria local“, afirmó.
“La gente tiene historias en su familia de naufragios que han ocurrido hace 100 o 150 años”, dijo Burgess.
“Siempre es un poco misterioso poner nombre a los naufragios que aparecen en la playa”.
Si no se hace nada para gestionar el pecio, es posible que sea arrastrado de nuevo al océano o empujado más lejos hacia la costa, dijo.
El destino final del barco depende de la Oficina Provincial de Arqueología.
Brake dijo que la oficina aún no había tomado una decisión sobre los próximos pasos.
Dijo que estudiarían el sondeo este fin de semana con una “mente abierta”.
En el pasado, el gobierno ha enterrado pecios en la arena para poder conservarlos si alguien quiere desenterrarlos e investigarlos más adelante.
Sin embargo, algunos habitantes de Cape Ray han publicado en la página comunitaria de Facebook que esperan que el pecio pueda utilizarse como atracción turística.
Temían que el barco hundido, que parecía estar entre 1 y 2 metros de agua a lo largo de la costa, estuviera volviendo a la deriva y pidieron esta semana ayuda para asegurarlo.
Shawn Bath y Trevor Croft, de Clean Harbors Initiative, una organización formada principalmente por buceadores voluntarios que ayudan a limpiar los escombros tras las tormentas, se ofrecieron voluntarios.
Utilizaron cuerdas y correas para sujetar la embarcación y evitar que quedara a la deriva, explicó Croft en una entrevista.
Incluso lo grabaron bajo el agua, para que quedara constancia del barco en caso de que lo arrastrara una tormenta.
Hablando del misterioso barco, Croft dijo:
“Es algo que probablemente no se ha visto en 100 ó 200 años. Es muy emocionante verlo por primera vez”.
c.2024 The New York Times Company