Juan Carlos Pegullo fue sorprendido por los insectos en una obra en construcción. Su esposa y su perro resultaron heridos. La dolorosa despedida de su hija.
Un hombre de 76 años que se encontraba de vacaciones en la localidad cordobesa de Los Reartes, murió luego de ser picado por un enjambre de abejas.
El hecho ocurrió el martes por la tarde cuando Juan Carlos Pegullo ingresó junto a su mujer y su perro a una obra en construcción donde se toparon con el enjambre de abejas. Los tres sufrieron una gran cantidad de picaduras.
La mujer, que se encuentra internada, logró llamar a la policía cuando su esposo se descompensó. Cuando los Bomberos Voluntarios y el personal médico de Villa General Belgrano llegaron al lugar, Pegullo se encontraba sin signos vitales. Intentaron reanimarlo durante 45 minutos, sin éxito.
Sebastián Quinteros, bombero de Defensa Civil, detalló en una entrevista con Cadena 3, que el enjambre se encontraba en una obra en construcción dentro de un bloque de cemento.
“Eran dos personas las que había picadas, pero una terminó muriendo. Era un enjambre en una obra en construcción, adentro de los huecos había un panal. Mi trabajo fue a sacar las abejas al lugar”, destacó el bombero.
Quinteros, también remarcó la gravedad de las lesiones por la gran cantidad de abejas que había en el lugar: “Supongo que debe haber sufrido muchas picaduras porque era un panal grande, cuando fuimos a sacarlo era una nube enorme de abejas”.
Por su parte, el perro de la familia fue asistido por un vecino veterinario de la zona y quedó a cargo del cuartel de Bomberos Voluntarios hasta la recuperación de su dueña.
La carta de la hija de la víctima
La hija del turista atacado por abejas, Carla Pegullo, despidió a su padre con una triste carta publicada en Facebook.
“Desde ayer a las cinco de la tarde estoy literalmente en el fin del mundo”, comienza el posteo de la mujer, quien contó que estaba de vacaciones en Ushuaia cuando uno de sus hermanos la llamó para darle la dolorosa noticia.
“Cerrando el día más largo del año, cuando recién empezaba a hacerse oscuro, recibo el llamado de uno de mis hermanos desde Córdoba. Nuestro padre acababa de morir. Me costó un poco procesarlo, probablemente todavía no lo haya hecho, quizás incluso sobre estas cuestiones, a partir de que pasan, se impone la tarea para siempre, todos los días un poquito, ¡no lo sé!”.
“Lo que sí sé es que mi primer impulso fue ver cómo salir de aquí para encontrarme con mis hermanos y compartir lo que hubiera que compartir a propósito del doloroso acontecimiento. Pero no hay vuelos directos a Córdoba hasta el 26 y mi pasaje de vuelta a Buenos Aires reza 25 de diciembre… exacto la Navidad, que curiosamente hasta hoy siempre coincidió con el día de cumpleaños de mi viejo”, recuerda el texto de Pegullo.
“Los que me conocen más, saben que hace mucho tiempo yo ya no festejaba ni una cosa ni la otra en cercanías. Un día (quizás no el mismo) ambos decidimos tomar distancia y no sé lo que le habrá pasado a él, pero a mí eso sin dudas fue lo que me ayudó a conservar el vínculo desde lo afectivo. Y aclaro que no intentan ser palabras alusivas… incluso algunos ya me lo han escuchado mencionar, para mí tomar distancia fue un gran acto de amor”, reflexionó.
“Dejar de darnos la posibilidad de hacernos daño con las fricciones de los desacuerdos constantes fue muy aliviador para el día a día. Y ahora, aún con el torbellino de mis última emociones, sospecho que la misma decisión también colaborará en el proceso de hacer el duelo de forma saludable”, agregó.
Y cierra: “No sé qué tan bueno puede ser que yo irrumpa con esta noticia por acá y de esta manera, pero en todo caso se ajusta a mi condición de comunicadora compulsiva y de no dejar para mañana un tema que es de hoy. Ustedes no tienen que decir nada, de verdad no estoy esperando palabras de condolencias, ni nada de nada, salvó poder explorarme con amabilidad y paciencia desde este lugar donde jamás había estado antes”.
“Entonces va una única postal del fin del mundo a modo de homenaje… ¡Descansá en paz, viejo!”, termina el posteo, que fue acompañado con una foto del puerto de Ushuaia.