Más de 8.500 estudiantes apoyan el cursado a distancia como complementario del presencial.
El cursado a distancia suma adhesiones en el ámbito universitario. Así lo reflejan los datos del segundo censo estudiantil realizado por la UNSL entre ese sector, que en un 78% considera que la educación virtual debe continuar durante el próximo ciclo lectivo 2022. De un total de casi 11 mil alumnos que participaron de la gran encuesta realizada durante la segunda mitad de este año, más de 8.500 creen que es necesario seguir con la modalidad mixta de cursado y de manera complementaria junto a la presencial. En cambio, el 22% restante (unos 2.400) eligieron que las clases sean exclusivas en los espacios físicos de la institución.
En comparación con 2020, la cantidad de estudiantes que prefieren mantener la virtualidad creció siete puntos porcentuales, ya que el año pasado un 71% de los encuestados había manifestado su interés por la educación por medios electrónicos.
Además, casi el 60 por ciento indicó que debería haber un encuentro presencial por semana (cuatro mensuales) y el resto virtual; un 18,5%, un encuentro presencial cada quince días y el resto virtual, y otro 7% consideró que solo debería haber un encuentro presencial por mes y el resto virtual.
En la consulta sobre la experiencia de haber cursado a distancia durante este año, más de la mitad de los estudiantes aseguró que fue entre muy buena (12,9%) y buena (37,8%), mientras que un 35,3% la calificó como regular. El 14% restante sostuvo que fue mala, muy mala e inclusive no supo responder.
Otro de los ítems consultados fue en relación a la gestión institucional de la UNSL durante la pandemia. Casi el 55% la respaldó, ya que consideró que fue muy buena (14,8%) y buena (40,1%), mientras que un 31,5% consideró que fue regular. En cambio, la porción de quienes hicieron una evaluación negativa (mala) alcanzó un 5,9% de los alumnos.
Según explicó la secretaria académica de la UNSL, Ana María Corti, el segundo censo estudiantil fue concebido para profundizar el conocimiento de la situación del sector y generar datos sobre aspectos de la cursada, lo que “posibilita una mirada integral para analizar la condición de enseñanza y aprendizaje, desde las múltiples variables que la afectan, sean estas contextuales, institucionales, personales o mixtas”.
“Por ese motivo, el censo constituye una herramienta de gestión para mejorar y evaluar la cursada en forma virtual teniendo en cuenta los planos y variables que evidencien dificultad y requieran ser tenidos en cuenta. Además, posibilitará realizar un análisis comparado 2020/2021 y en el caso específico de este año, comparar entre facultades y carreras”, indicó Corti.