La organización no gubernamental Avaaz lanzará una campaña en Nápoles y en el Financial Times convocando a los países del G20 a comprometerse a financiar acciones para mitigar los problemas relacionados con el medio ambiente
Este jueves, en coincidencia con el inicio del encuentro del G20 sobre clima y medio ambiente, la organización no gubernamental Avaaz lanzará una campaña en las calles de Nápoles, en las redes sociales y en el diario Financial Times llamando a los países del G20 a “reconocer su deuda ecológica y a comprometer financiamiento concreto en las acciones para mitigar el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad”.
Para hacerlo, incluyeron como portada de la convocación a dirigentes de países que participan del encuentro y aparece el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Argentina, Juan Cabandié. En el centro de la escena está John Kerry, Enviado Presidencial Especial de Estados Unidos para el Clima, sosteniendo una pizza, en alusión a que la reunión del G20 se lleva a cabo en Italia.
“Cada vez es más claro que proteger el ambiente es la única salida para estabilizar nuestras economías, idea que ha sido reconocida por los ministros de finanzas del G20, al indicar que siguen siendo prioridades urgentes, ahora toca que los ministros de medioambiente hagan lo propio” explicó Oscar Soria, director de campañas de Avaaz.
Cabandié y Kerry aparecen junto a otros tres líderes ambientales a los que Avaaz les pide que “impulsen un acuerdo para que las naciones asistentes envíen un mensaje contundente en el que todos los países y mercados que las 20 economías más grandes del mundo se comprometan para lograr un cambio sistémico que permita la recuperación justa y ecológica para el mundo”.
“El presidente de la 26a Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el brítánico Alok Sharma, debería tener un poderoso menú de opciones donde el 50% de la financiación climática se dirija rápidamente para atender la adaptación climática ya que los impactos climáticos se han vuelto cada vez más severos, no solo en los países en desarrollo, sino también aquí en Europa”, sostiene el comunicado.
Además, pone especial énfasis en el rol de John Kerry, sobre todo por la influencia de Estados Unidos en la agenda verde: “Debe restaurar la credibilidad climática de su país con acciones concretas para que países como China dejen las excusas y tomen acciones. Esto incluye entregar urgentemente los $100 mil millones en financiamiento climático que esta nación prometió mucho antes de Glasgow. Y también debe poner toda su influencia para forzar una reforma financiera para que el dinero destinado al pago de la deuda soberana se oriente ahora a pagar la deuda ecológica, atendiendo especialmente a las crisis gemelas del cambio climático y la pérdida de biodiversidad”.
Sin embargo, Avaaz también reconoce el rol que deberían tener los países en desarrollo: “Deberían presentar propuestas en la mesa para cambiar las reglas que generan inequidad e incentivos destructivos para el medio ambiente. Juan Cabandie de Argentina y Barbara Creecy de Sudáfrica son vistos no solo como defensores de los derechos humanos, sino como potenciales interlocutores del Sur Global para presentar una visión en el que las recuperaciones económicas, sociales y ecológicas vayan de la mano”.
Sobre esto, Soria expresó: “La Argentina y Sudáfrica tienen la oportunidad, y la responsabilidad, de liderar el llamado del Sur Global para reconocer la deuda ecológica contraída por los países ricos, y reorientar las finanzas de la deuda soberana hacia una recuperación justa y verde para los países en desarrollo”.
En el final del comunicado, el movimiento social le pide al anfitrión de la cumbre, el ministro italiano de transición ecológica, Roberto Cingolani, que “guíe a todos los ministros del G20 para que acuerden una declaración política sólida que muestre al mundo que hay un camino hacia una eliminación gradual de los subsidios que dañan nuestro clima y biodiversidad”.
“El mundo enfrenta una crisis climática sin precedentes: graves inundaciones en el norte y temperaturas a la alza que incrementan los incendios forestales en diversas latitudes. Hoy en Argentina, el río Paraná registra la mayor bajada en los últimos 70 años, que trae consigo sequías y otras afectaciones para las poblaciones que dependen de este afluente”, completó Soria.