Las tareas de conservación del Quebracho Blanco Histórico continúan su desarrollo y en los próximos días la Municipalidad instalará una contención para protegerlo de las inclemencias del viento, que amenazan con derribarlo. En la preservación también participan especialistas de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia de la Universidad Nacional de San Luis.
“En el Corralón Municipal ya tienen listo el apuntalamiento permanente que se va a instalar para sostener el tronco a dos o tres metros de altura. Esto es para que, si llega a haber otro evento extremo de vientos fuertes, el quebracho tenga la manera de soportar el peso de la copa”, dijo Soledad Arrieta, directora de Gestión y Desarrollo Forestal Urbano.
El dispositivo fabricado en el Corralón consiste en un poste con forma de L invertida. El brazo horizontal, al llegar al tronco del quebracho, tiene una abrazadera para sostener el tronco, forrado en su interior con cámaras para que el roce cámaras que no lastime la corteza y sirva de amortiguación.
La instalación de este apuntalamiento será coordinada con Serba, a fin de no perjudicar las redes de servicios que pasan ese tramo de la calle donde será colocado, y “verificar que quede accesible el paso peatonal porque la vereda es estrecha”, explicó la funcionaria.
Otra de las actividades de conservación de este ejemplar patrimonio de la ciudad es destinada a su reproducción. “El 1 de noviembre hicimos una siembra en almácigos de las semillas que recolectamos del Quebracho Blanco Histórico y pudimos sacar 12 hijos del árbol. Ahora se hizo el repique de los almácigos a macetas individuales y están creciendo dentro del invernadero, en condiciones ambientales controladas”, detalló Arrieta. La idea a futuro, según comentó la directora, es elaborar un proyecto de participación ciudadana para definir el destino de los plantines hijos del quebracho.
Actualmente, el quebracho tiene las contenciones instaladas por el Municipio ante los primeros indicios de una posible caída. A fines de octubre, como medida inmediata, se realizó una poda para equilibrar la copa del árbol y en una segunda instancia se fabricaron anillos de contención, con el objetivo de unir la quebradura del quebracho en la base hasta 1 metro del tronco y facilitar su cicatrización.